Este es uno de los regalos que los príncipes de esta casa han hecho a su padre. Bueno, realmente los regalos estaban debajo, sólo había que rascar.
La idea la encontré en un blog y me pareció muy original, barata y fácil. Y nos hemos puesto manos a la obra.
Yo me he encargado de diseñar la lámina y de plastificarla. Y ellos se han encargado de pensar en los regalos y en taparlos con tempera mezclada con lavavajillas.
Los regalos son de los que no se pueden comprar con dinero, como un abrazo muy fuerte o llevar el desayuno a la cama.
Lo peor de todo ha sido mantener el secreto, con un príncipe A que no paraba de decir a su padre dónde no tenía que mirar: "Papá, no mires debajo de las camisetas que no hay nada." Vamos, una joya guardando secretos el tío. ;)
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