viernes, 25 de marzo de 2016

De merienda torrijas

Acabamos de hacer una bandeja de torrijas, como la época requiere. Lo peor es que anteayer hicimos otra y ya hemos acabado con ella (y yo sólo me comí una para probarla).

Ingredientes:

  • Una barra de pan especial para torrijas.
  • Leche.
  • Peladura de naranja.
  • Canela en rama y en polvo.
  • Azúcar.
  • 4 Huevos.
  • Aceite de oliva suave, para freir.
Elaboración:
Ponemos a calentar la leche con dos ramas de canela y la peladura de media naranja. Antes de que llega a hervir la retiramos y volcamos en una fuente algo profunda para que se enfríe.
Mientras que se enfría la leche, cortamos el pan en rodajas, batimos los huevos en un plato y preparamos un plato con azúcar y canela en polvo para espolvorear por encima de las torrijas.
Cuando la leche esté templada podemos ir empapando el pan y dejando escurrir en un colador. Esta operación es mejor hacerla por tandas, no todo el pan a la vez, para que no se rompa.
Ponemos el aceite a calentar a fuego medio-alto.
Cogemos una rebana de pan empapada en leche, la rebozamos en huevo y la echamos en la sartén para freirla.
Una vez fritas, las torrijas tienen que reposar un poco sobre papel absorbente para que suelten el aceite sobrante. Después se pasan por el azúcar con canela (para mi gusto, la princesa Zeta se esmeró demasiado en esta tarea).

Hicimos la cata en la merienda, acompañadas de una fresas de temporada. Y a juzgar por los viajes que alguno hizo a la cocina, debían estar bastante buenas. ;)


viernes, 11 de marzo de 2016

Tocando la guitarra

Sólo hace falta darse un paseo por el chino del barrio y un poco de imaginación para que la princesa Zeta me haga una bonita escultura con plastilina y pajitas para ponerla sobre el ordenador del trabajo. 

Además, resulta que soy yo tocando la guitarra, cosa que no he hecho en la vida. Lo ha debido confundir con lo de que yo de pequeña tocaba el laúd en el colegio. Y a día de hoy no me ha servido para nada porque ni me acuerdo.

Lo mejor de todo es que me ha imaginado con un hamster en la cabeza y ahí que me lo ha plantado.

viernes, 4 de marzo de 2016

Qué hacer en Nueva York

Preparar qué ver cada día en Nueva York no se hace en un rato. Al menos yo no lo hice en un rato. Me pasé bastantes días buscando información sobre qué cosas podríamos ver, cuales eran los mejores días para hacerlas, la ubicación de los edificios y los monumentos para aprovechar mejor el tiempo, etc. Todo ello teniendo en cuenta que éramos 8 personas, de las cuales 4 eran niños de entre 6 y 8 años. Bien es cierto que los tíos americanos ya habían estado en Nueva York, justo en 2001, unos días antes de los atentados de las torres gemelas.

Nuestra intención eran levantarnos más o menos pronto para aprovechar toda la mañana, ya que anochecía hacia las 4 de la tarde. Llevarnos un tentempié a base de bocadillos o bagels era la mejor opción para tomarlo a media mañana, ya haríamos una comida mejor al llegar a casa. Con niños también hay que llevar otro tipo de cosas: galletas, frutos secos, etc, sobretodo si hay alguno que tiene continuamente hambre. Aunque tampoco hay que hacerle ascos a los puestos callejeros de perritos, pizzas o pretzels.

Esto es lo que nos dió tiempo a hacer en nuestros 7 días de estancia:

Día 1: Llegada a Nueva York

Salimos de Madrid sobre las 12:30 de la mañana y llegamos a Nueva York sobre las 20:30. Lo mejor, lo bien que se lo pasan los niños con sus pantallas individuales. Si por ellos fuera, daríamos la vuelta al mundo sin escalas y todo el rato viendo la tele, claro.



Cogimos un taxi para ir al apartamento, que estaba en el Upper East Side de Manhattan. La hora de llegada, teniendo en cuenta que llovía a mares y era hora punta, las 17:00 hora local.

Como estábamos cansados lo único que hicimos esa tarde fue ir a comprar al supermercado la cena de ese día y el desayuno para el día siguiente. El supermercado ya lo tenía localizado por el google maps.

También localizamos donde estaba la parada de metro más cercana, que resultó estar en la esquina.


Día 2: Central Park, Museo Americano de Historia Natural, edificio Dakota, Plaza Columbus Circle, calle Broadway y Times Square.

Como no nos pillaba muy lejos el Museo de Historia Natural, nos fuimos andando y así aprovechamos para ver también Central Park, que teníamos que atravesarlo.

 
En el museo pasamos sólo la mañana, después de comer bajamos hacia el downtown por la misma acera para ver el edificio Dakota, donde vivía Jhon Lennon y en cuya entrada murió.

Tuvimos mala suerte porque estaba tapado con andamios. Así que cruzamos hacia el parque para ver el homenaje que se le hace a Jhon Lennon en el Strawberry Field y allí nos encontramos, como era de esperar, con grupo tocando música de los Beattles. 



Seguimos de paseo bajando por dentro del parque hasta llegar a la Plaza Columbus, donde está el kilómetro cero de Nueva York.
Desde ahí cogimos la calle Broadway para llegar a la impresionante Times Square.

También nos dio tiempo de entrar en la tienda Toys 'r us más grande del mundo, que está en la misma plaza, o mejor dicho, estaba, que cerró el 31 de diciembre.



La vuelta al apartamento la hicimos en metro, para lo cual nos sacamos la tarjeta de metro para 7 días, que merece mucho la pena.


Día 3: Broklyn Bridge, City Hall, China Town, Canal Street, Little Italy.


Las mejores vistas en el puente de Brooklyn son hacia Manhattan, así que lo que hicimos fue coger el metro (primero línea 6 y después línea 4) hasta la parada Borough Hill. Muy cerca comienza el paseo que da acceso al puente y que cruzamos entero, cosa no muy fácil porque se comparte con un carril bici. En el puente aprovechamos para comprar algunos recuerdos en los puestos callejeros. Desde este puente también se puede admirar el puente de Manhattan. 



Al otro lado del puente, ya en Manhattan, está el ayuntamiento de la ciudad (City Hall). Desde ahí seguimos hacia la derecha, pasando por los edificios de la corte de Nueva York y llegando a Columbus Park, ya en China Town, donde parecía que nos habíamos trasladado a cualquier plaza de cualquier ciudad china. En este barrio comimos de maravilla, por cierto, en la esquina de Mott St. con Bayard St.



Después de comer nos dio tiempo a pasear por Canal Street, donde están las mayores tiendas de falsificaciones de las marcas más famosas. Y de nuevo caminando llegamos hasta Little Italy, otro de los barrios que hay que visitar en Manhattan.

El día lo terminamos viendo Rockefeller Center de noche, fuimos en metro, eso sí.

Día 4: Flat Iron, Empire State Building, New York Public Library, Bryant Park, Grand Central Terminal, Chrysler Building, Catedral de Nueva York.

Cogimos el metro para ir a Union Square, donde empezaba el recorrido del día. Union Square es una plaza donde hay un mercadillo algunos días de la semana de primavera a otoño, pero a pesar de ser diciembre, como no hacía frío había algunos puestos.


Desde allí cogimos la calle Broadway hacia arriba (uptown) para ir a ver mi edificio preferido de Nueva York, el Flat Iron. Esta situado entre la 5ª avenida y la avenida Broadway.



Si seguimos caminando por la 5º avenida llegamos al Empire State Building. Sólo entramos al hall porque habíamos decidido no subir en este viaje.

Siguiendo por la misma acera llegamos a la Biblioteca Pública de Nueva York, que sólo vimos por fuera. Pero justo detrás está Bryant Park con su famosa pista de patinaje y su carrusel. Estuvimos a punto de entrar a patinar, incluso hicimos una rato de cola mientras comíamos, pero al final decidimos ir otro día porque no estábamos bien equipados para el frío y, además, había algún castigado. Preferimos entrar en una librería muy chula, justo enfrente del parque, llamada Kinokuniya, en el 1071 de Av. de las Américas.
Siguiendo la 42 St. hacia el este, llegamos a la Grand Central Terminal y al Chrysler Building. En la estación sí que entramos y estuvimos haciéndonos fotos en la Whispering Gallery.


Desde ahí cogimos el metro y nos fuimos de nuevo a la zona de Rockefeller Center , pasando por la Catedral de Nueva York. Cenamos en el Bill's Bar & Burguer de la 51 St. Por cierto, no nos gustaron mucho la hamburguesas.



Terminamos la jornada paseando por la 5ª Avenida hasta llegar a Central Park, así pudimos ver los escaparates de las famosas tiendas caras, incluso entramos en la famosa Tiffany & Co. También el famoso hotel Plaza, que ha salido en tantas películas o la tienda de Apple, justo enfrente.

Día 5: MOMA, Zona Cero, Saint Paul Chapel.

Este día teníamos pensado subir al Top of the Rock, de hecho cogimos el metro para ir hasta la 51 St, pero al llegar aconsejaban no subir porque había mucha niebla. Nosotros lo que hicimos fue comprar las entradas para el día siguiente, que no había previsión de niebla. Las elegimos como a las 10:30 de la mañana, para poder aprovechar el resto del día.

En el MOMA pasamos toda la mañana y los niños aprendieron muchas cosas gracias a un jueog que les había hecho su tío, con premio final incluído.



Después de comer cogimos el metro (linea 6 parada 51 St) para ir a la Zona Cero (linea 6 parada Brooklyn Bridge-City Hall). 

En la Zona vimos las famosos fuentes que se construyeron donde estaban situadas las antiguas Torres Gemelas, y que causan muchísima impresión.  En ellas están grabados los nombres de todas las víctimas del atentado.



También vimos el edificio One World Trade Center, que es el más alto de NuevaYork y que también tiene un mirador en la zona superior.

En la zona también está el museo Memorial 11S, pero preferimos no entrar porque al parecer hay partes demasiados duras para ir con niños e incluso para adultos.

También vimos el famoso intercambiador diseñado por Calatrava, que aún está en construcción.

Pero lo que más me impresionó de todo fue la Saint Paul Chapel, una pequeña iglesia que se salvó de los atentados, pese a la cercanía a las torres, y que fue el epicentro de la ayuda al personal que se encargó de la ayuda en los primeros días.




Esta capilla se ha convertido en una homenaje a las victimas y a las personas que ayudaron en los primeros momentos. Es sobrecogedor ver todas las muestras de cariño que allí hay de personas de todo el mundo. Además de parte del material que se utilizó en el rescate de las víctimas. Me impresionó mucho saber que 343 bomberos murieron mientras ejercían su trabajo.


Día 6: Top of the rock, Estatua de la Libertad, Wall Street, Bryant Park.

Como llegamos antes de la hora prevista al Rockefeller Center, estuvimos dando una vuelta por los alrededores, viendo la decoración navideña, la famosa pista de patinaje y el más famoso aún árbol de navidad.

Este día tuvimos suerte y había unas vistas espectaculares desde el Top of the Rock. Hacia un lado el famoso Central Park, con el que va a ser uno de los edificios de apartamentos más altos del mundo (432 Park Avenue) y que daba bastante miedo.



Hacia el otro lado, el Empire State, el One World Trade Center y la Estatua de la Libertad, que se ve diminuta al lado del resto de edificios.



Una vez disfrutadas las vistas, cogimos el metro de nuevo hasta la parada Bowling Green de la linea 4. Esa zona es Battery Park, desde donde se cogen los ferrys hasta Liberty Island, para ver la estatua de la Libertad.

Nosotros pensamos que era mejor verla desde lejos y encima gratis. Para eso, hay que bajar un poco más hasta la terminal de ferrys de Staten Island. El ferry es gratis, tarda unos 25 minutos y te deja en otro de los distritos de Nueva York Staten Island. Cuando llegamos había muchísima gente esperando para coger el ferry, pero resulta que son gigantescos, caben unas 1500 personas, así que todos para adentro.

Ni que decir tiene que las vistas del skyline del Nueva york son espectaculares, aún colocándonos mal, como hicimos nosotros. A la ida nos pusimos delante y había que ponerse atrás, por eso tuvimos que movernos para poder hacer las fotos. Y a la vuelta nos pusimos atrás, cuando las vistas buenas estaban delante. En fin, a pesar de todo, las fotos salieron bastante chulas.



En Staten Island, lo que suele hacer la gente es salir del ferry y volverse a poner en la cola para volver. Nosotros salimos fuera para hacer fotos.

A la vuelta seguimos andando hacia la zona del Wall Street, que se encuentra muy cerca y nos hicimos la famosa foto con el Toro. 




El día acabó en Bryant Park, patinando en su pista de hielo, previa cola de una hora para poder entrar. Los niños disfrutaron mucho.


Día 7: Mañana de compras, Times Square, Hard Rock Café


Este día fue muy tranquilo, por la mañana de compras. Comimos en el Hard Rock Café y disfrutamos de nuevo de las luces de Times Square por la tarde. Y a casa descansar que algunos tenían que madrugar al día siguiente.



Día 8: Chelsea Market, High Line y JFK.

Como el vuelo lo teníamos a última hora de la tarda, aprovechamos la mañana para ir a visitar un par de cosas que se nos habían quedado pendientes.

Una de ellas era el Chelsea Market, un edificio muy original que contiene dentro un mercado con tiendas decoradas de manera muy original.

Otro de los lugares que está muy de moda visitar es el High Line, un parque que esta construido sobre una vía elevada de tren, que dejó de usarse hace años. En lugar de quiar la vía, los vecinos apoyaron el proyecto de crear un parque un su lugar. La verdad es que es bastante bonito y original.



Y el día ya no dio más de sí porque a las 15:30 teníamos que estar cogiendo un taxi para el aeropuerto.

Pues esto es todo lo que se puede hacer en 7 días y pico de estancia en Nueva York. La próxima vez seguro que descubrimos cosas nuevas.