viernes, 29 de junio de 2018

Camiseta de Star Wars con ceras

Por aquí estamos un poco obsesionados con el tema Star Wars, cualquier cosa de esta temática nos gusta. Y como también queríamos probar la técnica de estampar camisetas con ceras nos decidimos a juntar las dos cosas.

Los pasos a seguir para estampar la camiseta fueron:

  • Por un lado conseguir un dibujo de la temática Star Wars que tuviera suficientes zonas oscuras donde poner los recortes de las ceras.
  • Por otro lado sacamos punta a las ceras que tengamos por casa para conseguir los recortes necesarios. En nuestro caso solo utilizamos ceras negras.
  • Imprimimos el dibujo en un folio y recortamos todas las partes oscuras.
  • Colocamos el dibujo recortado en la camiseta y ponemos un papel de horno por dentro de la camiseta para que no se nos manche al calentar la cera.
  • Echamos los recortes de cera sobre las zonas huecas del dibujo, sin echar demasiado, es mejor echar poco y repetir que pasarnos de primeras.
  • Encima de los recortes de cera ponemos otro papel de horno y pasamos la plancha para que se vaya derritiendo.
  • Retiramos el papel de horno con cuidado y también el folio con el dibujo.
  • Una vez la cera esté fría, si han quedado demasiados huecos sin cera podemos repasar con un rotulador permanente negro.

viernes, 22 de junio de 2018

Cuidando la naturaleza

Hace unas semanas el principe A participó en un programa de radio junto a sus compañeros del colegio. En el programa se trataron de diversos temas y a él le tocó hablar de las actifividades que hacía con su familia los fines de semana. Aunque el programa lo habían preparado antes y sabía cada uno lo que tenía que decir, hubo un momento en que le hicieron una pregunta y él improvisó. Estaba comentando que cuando iba a su pueblo con su familia hacían excursiones por el campo andando. Entonces la entrevistadora le preguntó si se llevaba un picnic para merendar durante la excursión y él contestó que a veces sí, pero que lo que casi siempre se llevaban era una bolsa para recoger basura que se encontraba por el camino. Entonces la entrevistadora le dijo que le parecía genial eso.

Pues sí, es cierto, casi siempre que salimos al campo nos llevamos una bolsa (a veces más de una) para recoger la basura que nos vamos encontrando. Esto es algo que yo hago desde hace mucho y que mis hijos me han visto hacer desde que nacieron y después de escuchar a mi hijo en la radio diciendo eso, me doy cuenta de que esas cosas que ven desde pequeños se les van quedando grabadas.

Desgraciadamente las cosas malas también se les quedan, pero ahora vamos a hablar de las buenas. Y es que cuando salimos al campo o a cualquier sitio, debemos dejar el sitio al menos como nos lo hemos encontrado, y si podemos, mejor. No cuesta nada recoger la basura que generamos y si no encontramos papeleras en ese momento, nos la llevamos hasta que la podamos dejar en el lugar adecuado.

Ahora que se ha puesto de manifiesto lo contaminado que está el mar con los plásticos que utilizamos los humanos y que pueden llegar a la cadena alimentaria al comernos los peces, se hace más evidente que debemos cuidar la naturaleza. Y eso hay que empezarlo desde casa.

viernes, 15 de junio de 2018

Flores con témpera

Esta técnica de dibujo con témpera la vimos realizar en un vídeo de Instagram y nos gustó muchísimo. Por eso decidimos probar para hacer unas postales de regalo.



Los materiales que necesitamos son:
  • Témperas de colores.
  • Un cuenco pequeño.
  • Folios o cartulinas A4 que serán donde se dibujarán las flores. Queda mejor en cartulina.
  • Un trozo de hilo o lana ni muy fino ni muy gordo.
  • Un libro que pese para aplastar el dibujo.
Los pasos para realizar el dibujo son:
  • Primero ponemos en el cuenco pequeñas cantidades de témpera de los colores que queramos. También queda bonito un solo color, por ejemplo blanco, y utilizar una cartulina negra o gris.
  • A continuación metemos el hilo por uno de sus cabos y lo vamos dejando caer sobre la pintura haciendo círculos.
  • Sacamos el hilo con mucho cuidado y lo ponemos encima de la cartulina haciendo como una especie de número 2. Dejamos que el cabo limpio salga por la parte de abajo de la cartulina. Iremos viendo que según pongamos el hilo así saldrá el dibujo.
  • Colocamos encima del hilo un folio que cubra toda la cartulina. Encima de este folio ponemos el libro que tenga bastante peso.
  • Tiramos del hilo que sobresale con fuerza y levantamos el libro y el folio con mucho cuidado. Veremos que se ha hecho un dibujo en la cartulina y otro en el folio que hemos puesto encima.
A nosotros nos gustó tanto cómo quedaban los dibujos que casi acabamos con todas las existencias de cartulinas que teníamos por casa.

viernes, 8 de junio de 2018

Bolsitas de lavanda

El año pasado por estas fechas estaba la lavanda en todo su esplendor. Este año, debido al tiempo tan loco que está haciendo, apenas acaba de florecer.

En nuestro barrio hay bastantes ejemplares de estas plantas aromáticas que decoran los jardines. La pasada temporada hubo una excelente cosecha y decidimos recoger unas cuantas ramas para hacer ambientadores caseros.

Para ello cortamos unas cuantas ramitas y las pusimos a secar sobre unas hojas de periódico. Una vez secas desgranamos las flores para separarlas de las ramas. Mientras también cosimos unas bolsitas de tela con unos retales que teníamos por casa. Una vez secas las flores, rellenamos las bolsitas. Utilizamos unas cintas de raso para cerrar las bolsas y también para colgarlas en las barras del armario. 

Nuestros armarios tuvieron un fresco olor a lavanda durante una temporada. En unas semanitas tendremos que hacer el recambio.

viernes, 1 de junio de 2018

Los pájaros nos quieren

Los pájaros nos quieren, eso es un hecho. Tras haber hospedado un par de veces a una pareja de gorriones, este año hemos rescatado de una muerte segura a un mirlo. Sé que es un mirlo porque alguien me lo dijo después de enseñarle algunas fotos, no porque yo tenga conocimiento alguno sobre pájaros.

La cuestión es que hace unos días empezamos a escuchar piar a un pájaro, como si estuviese al otro lado de la pared, en la casa de los vecinos. Incluso el príncipe A se asustó una vez y vino a decirme que oía algo raro. En principio pensamos que los vecinos tenían una nueva mascota, pero cuando también empezamos a oír una especie de aleteo, como si las alas tocasen con algo, nos empezó a parecer algo más raro. Preguntamos a los vecinos si tenía un pájaro y nos dijeron que no, pero nos dijeron que también estaban oyendo los mismos ruidos. Entonces pensamos que lo más probable era que el pájaro se hubiese colado de algún modo por el conducto de ventilación de los baños, que mira que tiene mérito porque es nuestro piso es un primero y el conducto de ventilación sube hasta el tejado. Con esa hipótesis quitamos la rejilla que cierra el conducto de ventilación en nuestro baño para ver si el pobre pájaro salía por ahí. Incluso le pusimos una linterna para que viese la luz y pudiera acercarse mejor. Nada, pasaron varios días y el pájaro parecía no poder salir por ahí. Aunque seguíamos escuchando sus ruidos de vez en cuando, le auguramos una muerte segura.

Pasado algún tiempo y pensando que ya nada podríamos hacer por él, volvimos a escuchar ruidos. Esta vez eran ruidos de patas sobre la escayola del techo del baño. Sorprendidos por el hecho de que pudiera estar ahí el pájaro, quitamos uno de los focos que hay en el techo para ver si podíamos recatarlo por ahí. Y al poco de haberlo quitado, vemos como asoma la cabeza de un pájaro. Cerramos la puerta del baño rápidamente para que no se asuste con nuestra presencia e intentase salir de algún modo. La verdad es que no tardó nada en salir de ahí. No me extraña, con la de días que llevaba el pobre encerrado.

Al principio el pájaro no quería irse, le abrimos la ventana y se quedó en el alféizar, como pensando qué hacer. Yo creo que era un pájaro que había nacido hace poco y no estaba acostumbrado a ver ese espacio tan grande. La princesa Zeta y el príncipe A le pusieron de comer y de beber y aunque al principio parecía que no quería comer, terminó comiendo y bebiendo. Yo no quería que se acercaran mucho porque si se asustaba podría caerse sin querer, pero al final el pájaro no estaba nada asustado con nuestra presencia. Incluso el príncipe A lo tocó una vez, pese a haberle advertido que no lo hiciera, claro. Parecía tan contento con nosotros que tardó horas en volar de aquella ventana y nosotros mientras mirando al pájaro, más entretenidos que viendo una película.