Paseando en bici eléctrica

Aprovechando que fuimos a Benidorm a visitar a la tía, hicimos una excursión muy chula en bici eléctrica.

Las bicis las alquilan en Tao Bike, una empresa joven pero con mucho futuro, no sólo porque esté relacionada con el turismo ecológico, sino por lo agradables que fueron con nosotros.

La princesa Zeta no estaba muy convencida porque le habíamos dicho que ella no iba a conducir una bici. Pero una vez en la tienda, probó una y se le dio fenomenal. Así que ella hizo la excursión tan contenta con su bici. Y por supuesto, con el casco, que es obligatorio para su edad.

El príncipe A probó tanto el carrito enganchado a la bici como la silla para niños. 

Yo nunca había montado en bici eléctrica y la verdad es que enseguida se coge el truco y se lleva fenomenal. Nada que ver el esfuerzo que hay que hacer comparado con una bici convencional. Vamos, que la ruta no la hubiésemos podido hacer en una bici normal. 

Desde el lugar donde está la tienda, se accede fácilmente a una ruta que te lleva a Sierra Helada, con unas vistas espectaculares. La ruta es bastante empinada en algunos tramos y con muchas curvas, pero la hicimos sin problemas, incluso para una niña de 9 años.

E incluso bajamos a bañarnos a una cala, la del Timo Ximo. La zona de playa tiene muchas piedras y también hay algunas grandes al entrar en el agua. Pero es un lugar muy bueno para hacer snorkel. 

Sin duda repetiremos la próxima vez que vayamos a Benidorm. 

Diseñando una agenda

Los príncipes de la casa ya tienen agenda para el curso que viene. Y esta vez es hecha por la princesa Zeta y por mí, con todo lo que hemos aprendido en los cursos de Creativemindly.

La hemos hecho con powerpoint y totalmente adaptada a sus gustos actuales: flamencos y rosa para ella y minecraft para él.

 Creo que no nos ha salido nada mal para ser la primera que hacemos.
 

Tirachinas de cartón

Este año ha sido el primero en el que la princesa Zeta ha invitado a amigas a dormir en casa. Ya habíamos planeado que iba a ser el día en que celebrar su cumpleaños con sus compañeros de clase. La idea era que se viniera una sola amiga, pero la cosa derivó en que se vinieron dos a pasar la noche.

Y de cháchara que estuvieron las tías hasta las tantas y con la luz encendida, que me tuve que levantar para decirles que en esta casa se dormía con la luz apagada. Pero desde luego que se lo pasaron genial.

A la mañana siguiente, y después de hartarse de comer tortitas, estuvimos haciendo una manualidad que había visto en este blog tan chulo.

Sólo se necesitan tubos de cartón, globos, cintas o pegatinas para decorar y pompones que harán de munición.

Los tirachinas funcionaron tan bien que incluso se los llevaron a la calle para seguir jugando.

Las habichuelas mágicas

Esta historia empieza como un proyecto de clase del príncipe A. Le habían pedido que llevase alguna legumbre para plantarla en clase. Él se quiso llevar unas judías blancas. 

Este experimento es muy chulo para ver cómo crecen las plantas y en casa ya lo habíamos hecho, colocando la judía dentro de un algodón húmedo para que germinase.

En clase las pusieron directamente en tierra y en una semana apareció en casa con el vasito de yogur y sus judías ya con tallo y hojas. Una vez en casa, la trasplantamos a una maceta y en una semana más ya tenía un montón de hojas más y eso que estaba dentro de casa, en su habitación.

Ahora la hemos tenido que trasplantar a una maceta mucho más grande y ha crecido tanto que la hemos tenido que sacar al rellano, donde le da más luz.

Debido a los cuidados que le da el príncipe A (cuando se lo recuerdas, claro), hemos conseguido que ya haya salido una judía. La duda es si conseguiremos recolectar las suficientes para una cena. ;)

Regalo boda

Érase una boda a la que fuimos invitados. Una boda diferente, bonita y original, y de esas que te hacen caer la lagrimilla de la emoción. 

La única opción que contemplamos fue la de regalar dinero, pero quisimos entregarlo de una forma un poco más original. Y esta fue la manera en que lo hicimos, con un montón de sobres pequeños de colores, pegatinas de corazones y pompones. 

La dificultad más grande es tener que reunir billetes pequeños con cierta antelación. Luego meterlos en los sobres y poner las pegatinas es divertido más que trabajoso. Desde luego, más trabajo ha tenido quien le haya tocado abrirlos. ;)