viernes, 8 de julio de 2016

Las habichuelas mágicas

Esta historia empieza como un proyecto de clase del príncipe A. Le habían pedido que llevase alguna legumbre para plantarla en clase. Él se quiso llevar unas judías blancas. 

Este experimento es muy chulo para ver cómo crecen las plantas y en casa ya lo habíamos hecho, colocando la judía dentro de un algodón húmedo para que germinase.

En clase las pusieron directamente en tierra y en una semana apareció en casa con el vasito de yogur y sus judías ya con tallo y hojas. Una vez en casa, la trasplantamos a una maceta y en una semana más ya tenía un montón de hojas más y eso que estaba dentro de casa, en su habitación.

Ahora la hemos tenido que trasplantar a una maceta mucho más grande y ha crecido tanto que la hemos tenido que sacar al rellano, donde le da más luz.



Debido a los cuidados que le da el príncipe A (cuando se lo recuerdas, claro), hemos conseguido que ya haya salido una judía. La duda es si conseguiremos recolectar las suficientes para una cena. ;)

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