viernes, 28 de septiembre de 2018

Tarta de zanahoria

La tarta de zanahoria debe ser una las más antiguas que existen y su origen parece estar en conseguir endulzar un pastel cuando no se podía acceder fácilmente al azúcar. Y eso consigue la zanahoria, endulzar sin tener que utilizar tanta azúcar en los postres. 

Esta tarta siempre la pedimos cuando vamos a nuestro restaurante favorito del barrio y hemos conseguido hacer una versión que según mis hijos está mucho mejor.

Ingredientes:
  • 4 huevos.
  • 200 gr. de azúcar.
  • medio sobre de levadura.
  • 200 ml. de aceite de oliva virgen.
  • 150 gr. de harina.
  • 1 cucharadita de canela.
  • 5 zanahorias medianas rayadas.
  • 60 gr. de nueces picadas.
Elaboración del bizcocho:
  • Batimos los huevos con el azúcar.
  • Añadimos el aceite y batimos bien.
  • Incorporamos la harina con la levadura tamizada y la canela.
  • Añadimos las zanahorias rayadas y mezclamos todo bien.
  • Mientras hacemos lo anterior ponemos a calentar el horno a 170 ºC.
  • Vertemos la masa en un molde untado con mantequilla y harina o spray de hornear antiadherente.
  • Horneamos durante unos 40 minutos, pero dependerá del tipo de molde y horno.
  • Cuando saquemos el molde lo dejamos enfriar unos 10 minutos en el propio molde, después lo sacamos para que termine de enfriar sobre una rejilla.
Ingredientes para la cobertura:
  • 30 gr. de azúcar glas.
  • 50 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
  • 100 gr. de queso crema.
Elaboración de la cobertura:
  • Mezclar el azúcar con la mantequilla y batir con los varillas.
  • Añadir el queso crema y seguir removiendo hasta que quede una masa homogénea.
  • Dejamos enfriar en la nevera para que endurezca un poco.

Cuando el bizcocho esté frío untamos la cobertura por encima y decoramos con nueces. Y ahora solo queda cortar un trozo y disfrutar. 

viernes, 21 de septiembre de 2018

Otro año en la feria de Albacete

Un año más los primos nos han invitado a la Feria de Albacete. Y parece ser que no hemos sido los únicos invitados, he leído en los periódicos que han pasado por la feria cerca de 2,8 millones de personas. Habrán exagerado, ¿no?

Pero el caso es que sí, había muchísima gente. Ya desde las diez y media de la mañana del sábado que estuvimos nosotros había mucha gente, casi para llenar los más de 193 establecimientos de hostelería que hay en la feria. Estos datos aparecían en los periódicos, no es que me los haya inventado.

Entre los establecimientos hosteleros hay de todo, claro. Hay algunos en los que tienen tanta prisa por despachar que te dan los churros casi crudos por dentro. Hay otros en los que el dueño, cogorza de las buenas incluida, está partiendo jamón tan campante. Eso sí, de vez en cuando se acerca al grifo de cerveza a refrescarse, que partir jamón da mucho calor.  Y hay otros, creo que la mayoría, en los que te atienden muy bien pese a las colas que se montan normalmente. 


Este año hemos hecho cosas para todas las edades, pero los primos se lo han pasado especialmente bien. Desde la recogida de caramelos en la cabalgata del primer día hasta la enésima vez que fuimos a tirar dardos a los globos a ver si el primo M le "feriaba" algo al primo A. Al final el primo A estaba muy inspirado y fue él mismo el que me ferió a mí un cojín y a sí mismo una gafas 3D.  


Inciso de cultura general, he ido al diccionario y resulta que feriar es un verbo que existe y significa justo eso "comprar en la feria". Y yo que pensaba que se lo habían inventado los de Albacete.

Pues que es una suerte tener a los primos allí y poder disfrutar de la feria de una manera distinta cada vez y cada vez mejor.