viernes, 21 de septiembre de 2018

Otro año en la feria de Albacete

Un año más los primos nos han invitado a la Feria de Albacete. Y parece ser que no hemos sido los únicos invitados, he leído en los periódicos que han pasado por la feria cerca de 2,8 millones de personas. Habrán exagerado, ¿no?

Pero el caso es que sí, había muchísima gente. Ya desde las diez y media de la mañana del sábado que estuvimos nosotros había mucha gente, casi para llenar los más de 193 establecimientos de hostelería que hay en la feria. Estos datos aparecían en los periódicos, no es que me los haya inventado.

Entre los establecimientos hosteleros hay de todo, claro. Hay algunos en los que tienen tanta prisa por despachar que te dan los churros casi crudos por dentro. Hay otros en los que el dueño, cogorza de las buenas incluida, está partiendo jamón tan campante. Eso sí, de vez en cuando se acerca al grifo de cerveza a refrescarse, que partir jamón da mucho calor.  Y hay otros, creo que la mayoría, en los que te atienden muy bien pese a las colas que se montan normalmente. 


Este año hemos hecho cosas para todas las edades, pero los primos se lo han pasado especialmente bien. Desde la recogida de caramelos en la cabalgata del primer día hasta la enésima vez que fuimos a tirar dardos a los globos a ver si el primo M le "feriaba" algo al primo A. Al final el primo A estaba muy inspirado y fue él mismo el que me ferió a mí un cojín y a sí mismo una gafas 3D.  


Inciso de cultura general, he ido al diccionario y resulta que feriar es un verbo que existe y significa justo eso "comprar en la feria". Y yo que pensaba que se lo habían inventado los de Albacete.

Pues que es una suerte tener a los primos allí y poder disfrutar de la feria de una manera distinta cada vez y cada vez mejor. 

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