viernes, 13 de mayo de 2016

Las barrancas de Burujón

Érase un domingo por la tarde con un tiempo espléndido que decidimos hacer una excursión a las barrancas de Burujón, a unos 20 minutos de Toledo.

No era la primera vez que íbamos, recuerdo que la vez anterior llevábamos un carrito con una princesa Zeta dentro.



La zona ha cambiado bastante en estos años, no la zona creada por la naturaleza, claro está, que tardará muchísimos años en cambiar, sino la creada por el hombre. Se ha arreglado el camino para llegar, se han hecho miradores, merenderos, y por supuesto, se ha llenado de turistas.



Nosotros (casi todos) dejamos el coche donde la otra vez, en el aparcamiento de un restaurante cercano y fuimos andando. Fueron como unos 3 kilómetros pero nos daba el sol de cara y pasamos un poco de calor.

Lo que no sabíamos es que siguiendo la carretera menos de un kilómetro, había otro aparcamiento que han hecho a propósito desde que el sitio se ha vuelto tan popular por salir en algunos anuncios. Ojo, porque también se puede llegar en coche hasta las mismísimas Barrancas pero merece la pena ir andando porque son como unos dos kilómetros. Creo que había tanta gente andando como en coche, lo cual me hace pensar que nos gusta mucho lo que está de moda y que queremos ir hasta el sitio, verlo y listo, cuando lo realmente bonito es disfrutar del camino.



Una vez allí, se puede ir bordeando las barrancas hacia la izquierda o hacia la derecha. Nosotros elegimos hacia la derecha porque es la parte que está acondicionada con miradores y con más seguridad.



El paisaje es muy bonito pero algo peligroso sin vas con niños que son un poco cabras y si tienes vértigo, como es mi caso, da un poco de impresión.



También hay un camino que baja hasta el agua, pero esa ruta ya la tomaremos otro día.

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