Las tardes de verano dan mucho de sí para hacer manualidades. En esta ocasión, los materiales no nos han costado nada. La arena es cogida de la playa donde hemos estado, al igual que las conchas. El trozo de tela que hace de toalla lo ha encontrado la princesa Zeta en alguna caja donde guardo retales. Y la sombrilla creo que se la encontró tirada por la calle.
Y esto es lo que ha salido de su imaginación y que ahora está decorando la entrada de casa. Podríamos llamarlo arte efímero, en cuanto llegue el otoño habrá que cambiarlo. ;)
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