El domingo pasado no fue un día de descanso para nosotros, madrugamos mucho, como un día de trabajo cualquiera, para irnos a Almadén (Ciudad Real).
Después de más de dos horas y media de coche, confundiéndonos de carretera y yendo por el camino malo, llegamos al Parque Minero de Almadén, con tiempo de antelación a nuestra cita. Teníamos concertada una visita para las 10:30 que empezó un poquito más tarde (que poco nos gusta la puntualidad a los españoles). Por una vez, los primos no llegaron mucho más tarde que nosotros. ;)
El Parque Minero de Almadén está considerado como Patrimonio de la Humanidad desde junio de 2012, bajo la inscripción de "Patrimonio del mercurio Almadén e Idrija". Esta última mina está situada en Eslovenia, en una localidad que lleva el mismo nombre.
El centro de visitantes nos gustó mucho, todo amplio y bien indicado. Al llegar, uno de los guías se acercó a la princesa Zeta para preguntarle que cuánto pesaba un litro de agua y cuánto creía que pesaba un litro de mercurio. Resulta que un litro de mercurio pesa casi 14 kilos. Antes de empezar la visita nos contó bastantes curiosidades acerca del mercurio, nos enseño una obra de arte llamada "Lágrimas de lluvia" que consta de una pequeña piscina con un centímetro y medio de mercurio, que pesa seis toneladas y una serie de gotas de mercurio que van cayendo a la piscina en forma de lágrimas. Nos explicó que el mercurio se saca de un mineral llamado cinabrio y que no es malo en sí, sólo sus vapores. Aunque esto último lo pongo en duda por todo lo que he leído después sobre el mercurio y la prohibición de su venta. Este guía incluso nos enseñó fotos suyas flotando en una piscina de mercurio. Todo esto antes de empezar la visita.
Después de más de dos horas y media de coche, confundiéndonos de carretera y yendo por el camino malo, llegamos al Parque Minero de Almadén, con tiempo de antelación a nuestra cita. Teníamos concertada una visita para las 10:30 que empezó un poquito más tarde (que poco nos gusta la puntualidad a los españoles). Por una vez, los primos no llegaron mucho más tarde que nosotros. ;)
El Parque Minero de Almadén está considerado como Patrimonio de la Humanidad desde junio de 2012, bajo la inscripción de "Patrimonio del mercurio Almadén e Idrija". Esta última mina está situada en Eslovenia, en una localidad que lleva el mismo nombre.
La visita al Parque Minero dura más de dos horas y consta de varias zonas a visitar. Por un lado está el Centro de Interpretación de la Minería, donde te muestran diferentes formas de explotación y todo lo relacionado con el trabajo en la mina.
Después de equiparnos con un casco (algunos comprobarían más tarde la utilidad de un casco en la mina), nos dirigimos a visitar la mina propiamente dicha. El acceso se hace a través del pozo de San Teodoro, utilizando un ascensor moderno pero por el mismo hueco que utilizaban los mineros para acceder. La mina tiene una profundidad de 700 metros (20 plantas). Nosotros sólo bajamos hasta la planta primera, a unos 50 metros de profundidad. Durante el recorrido, te muestran zonas de explotación de distintos siglos. Hay que tener en cuenta que la mina es una de las más antiguas del mundo, con más de 2000 años y se cree que fue explotada en primer lugar por los romanos, llegando la explotación hasta nuestros días, concretamente se cerró en 2003, debido a la prohibición de la venta de mercurio.
El guía que tuvimos durante la visita a la mina fue de lo más didáctico y nos contó multitud de detalles. Entre otros, las penosas circunstancias en las que tenían que trabajar los mineros, con las enfermedades que ello ocasionaba. En concreto me llamó la atención la galería de forzados, que conectaba la cárcel directamente con la mina y por donde iban los presos sentenciados a trabajos forzados. Las condiciones eran inhumanas, produciéndose múltiples accidentes con muertes que quizás no eran tan accidentales. También nos habló del "Forzado de Almadén", un preso que realmente existió y dejó escrito un diario. Por lo visto el alma de ese preso aún se percibe por las galerías, además de que "al parecer" escribe un blog. ¿O será el propio guía quien lo escribe?
La salida de la mina se hace en el tren que utilizaban los mineros para acceder y para sacar el mineral en época más o menos reciente. Este viaje en tren nos gustó mucho, a pesar de que probé la resistencia del casco en más de una ocasión.
Por último se visita el Museo del Mercurio. Se trata de un edificio que se utilizaba como almacén y que ha sido restaurado y descontaminado. En el museo nos encontramos desde experimentos interactivos a minerales y todo tipo de maquetas de hornos y de otros dispositivos utilizados a lo largo de la historia en la minería. Aquí eres consciente de la cantidad de dinero que se obtuvo con esta mina a lo largo de su tiempo de explotación. Especialmente cuando en el siglo XVI se descubrió su utilidad en la extracción de oro y plata en América. Todo esta riqueza obtenida, se entiende, con la pérdida de muchas vidas humanas ya fuera por accidentes o enfermedades derivadas de la mina.
Como cosa curiosa, muy cerca del museo se encuentran los hornos de Bustamante, del siglo XVI, y que hemos tenido la suerte de que sean los originales y no hayan sido destruidos. Como nota más curiosa aún, esta mina estaba en zona republicana durante la guerra civil y no fue destruida.
Desde el museo, se vuelve de nuevo al centro de visitantes en un coche eléctrico
Cuando terminó la visita ya casi era la hora de comer. Lo hicimos en un sitio que habíamos reservado pero que no nos gustó especialmente.
Después de comer visitamos también la plaza de toros de Almadén, privada aunque abierta libremente al público. Se trata de la única plaza de toros de planta hexagonal. El edificio lo forma una manzana de viviendas con forma hexagonal, dejando en el centro la plaza de toros.
Nos faltó por visitar el Hospital de Mineros de San Rafael y la cárcel de forzados, ambos cerrados ese día. Nos los apuntamos para la próxima visita a Almadén.
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