Estos días la casa ha estado más silenciosa de lo habitual. Y ello es debido a que la princesa Zeta está fuera.
Todo empezó hace unos meses, cuando en el colegio nos ofrecieron la posibilidad de que los niños de su curso participaran en un proyecto europeo de intercambio entre colegios. Se tendrían que ir a Portugal durante 5 días y convivir por parejas con familias de alumnos del colegio. Lo malo del asunto es que sólo podrían ir 6 niños del curso.
La princesa Zeta nos dijo que por supuesto ella se apuntaba (pues no le gustan a ella los viajes ni nada) y que una plaza era para ella sin duda. Eso es tener seguridad en una misma.
La pobre pasó un montón de nervios el día que dieron la lista de los niños que habían sido elegidos, tras valorar los méritos de cada uno. Resulta que dijeron en voz alta los nombres de los niños seleccionados y ella no estaba en la lista. Menuda decepción se llevó en ese momento. Pero menos mal que había habido un error y sólo habían dado cinco nombres, ella resultó ser la sexta.
Hasta el momento de irse no ha dado muestras de nerviosismo en ningún momento, ni siquiera cuando le dijeron que tendría que ir sola con la familia de acogida.
Y ahora que llega el momento de la vuelta, se lo está pasando tan bien que me dice que no le importaría quedarse unos días más. Esta niña ya está preparada para irse de casa, lo malo es que yo no. ;)
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