viernes, 31 de marzo de 2017

El cumple en casa

En un primer momento parecería que no es muy buena idea meter a 16 niños en casa para ver una película, sobretodo tratándose de un piso normal. Pero era lo que le hacía ilusión a la princesa Zeta para celebrar sus 10 años.

Tras un rato, decidieron la película que querían ver y se tomaron las palomitas y los refrescos. Lo de que todos los niños, excepto la princesa Z y su amigo J, quisieran merendar nocilla, para mi es un auténtico misterio.

Al final, la celebración resultó mejor de lo que me esperaba en un principio, incluidas las palomitas por el suelo y el volcado de vasos de refresco.


Casi todos los accesorios decorativos los compramos, pero las etiquetas con los nombres, las invitaciones y cartas de menú los diseñamos nosotras.

En lugar de dar una bolsita de chuches, hicimos unas galletas gigantes con nuestra clásica receta de galletas. Estas galletas al parecer son un éxito en el patio del recreo de nuestro cole.

martes, 28 de marzo de 2017

Desde hace 10 años

Pues sí, nada menos que hoy cumple 10 años la princesa Zeta. Y parece que fue ayer cuando lucía esos mofletes. Qué pena que el tiempo pase tan rápido. Hay que aprovechar todo lo que se pueda.

¡Felicidades preciosa!

viernes, 24 de marzo de 2017

Parque Minero de Almadén

El domingo pasado no fue un día de descanso para nosotros, madrugamos mucho, como un día de trabajo cualquiera, para irnos a Almadén (Ciudad Real).

Después de más de dos horas y media de coche, confundiéndonos de carretera y yendo por el camino malo, llegamos al Parque Minero de Almadén, con tiempo de antelación a nuestra cita. Teníamos concertada una visita para las 10:30 que empezó un poquito más tarde (que poco nos gusta la puntualidad a los españoles). Por una vez, los primos no llegaron mucho más tarde que nosotros. ;)

El Parque Minero de Almadén está considerado como Patrimonio de la Humanidad desde junio de 2012, bajo la inscripción de "Patrimonio del mercurio Almadén e Idrija". Esta última mina está situada en Eslovenia, en una localidad que lleva el mismo nombre.

El centro de visitantes nos gustó mucho, todo amplio y bien indicado. Al llegar, uno de los guías se acercó a la princesa Zeta para preguntarle que cuánto pesaba un litro de agua y cuánto creía que pesaba un litro de mercurio. Resulta que un litro de mercurio pesa casi 14 kilos. Antes de empezar la visita nos contó bastantes curiosidades acerca del mercurio, nos enseño una obra de arte llamada "Lágrimas de lluvia" que consta de una pequeña piscina con un centímetro y medio de mercurio, que pesa seis toneladas y una serie de gotas de mercurio que van cayendo a la piscina en forma de lágrimas. Nos explicó que el mercurio se saca de un mineral llamado cinabrio y que no es malo en sí, sólo sus vapores. Aunque esto último lo pongo en duda por todo lo que he leído después sobre el mercurio y la prohibición de su venta. Este guía incluso nos enseñó fotos suyas flotando en una piscina de mercurio. Todo esto antes de empezar la visita.

La visita al Parque Minero dura más de dos horas y consta de varias zonas a visitar. Por un lado está el Centro de Interpretación de la Minería, donde te muestran diferentes formas de explotación y todo lo relacionado con el trabajo en la mina.

Después de equiparnos con un casco (algunos comprobarían más tarde la utilidad de un casco en la mina), nos dirigimos a visitar la mina propiamente dicha. El acceso se hace a través del pozo de San Teodoro, utilizando un ascensor moderno pero por el mismo hueco que utilizaban los mineros para acceder. La mina tiene una profundidad de 700 metros (20 plantas). Nosotros sólo bajamos hasta la planta primera, a unos 50 metros de profundidad. Durante el recorrido, te muestran zonas de explotación de distintos siglos. Hay que tener en cuenta que la mina es una de las más antiguas del mundo, con más de 2000 años y se cree que fue explotada en primer lugar por los romanos, llegando la explotación hasta nuestros días, concretamente se cerró en 2003, debido a la prohibición de la venta de mercurio.

El guía que tuvimos durante la visita a la mina fue de lo más didáctico y nos contó multitud de detalles. Entre otros, las penosas circunstancias en las que tenían que trabajar los mineros, con las enfermedades que ello ocasionaba. En concreto me llamó la atención la galería de forzados, que conectaba la cárcel directamente con la mina y por donde iban los presos sentenciados a trabajos forzados. Las condiciones eran inhumanas, produciéndose múltiples accidentes con muertes que quizás no eran tan accidentales. También nos habló del "Forzado de Almadén", un preso que realmente existió y dejó escrito un diario. Por lo visto el alma de ese preso aún se percibe por las galerías, además de que "al parecer" escribe un blog. ¿O será el propio guía quien lo escribe?

La salida de la mina se hace en el tren que utilizaban los mineros para acceder y para sacar el mineral en época más o menos reciente. Este viaje en tren nos gustó mucho, a pesar de que probé la resistencia del casco en más de una ocasión.

Por último se visita el Museo del Mercurio. Se trata de un edificio que se utilizaba como almacén y que ha sido restaurado y descontaminado. En el museo nos encontramos desde experimentos interactivos a minerales y todo tipo de maquetas de hornos y de otros dispositivos utilizados a lo largo de la historia en la minería. Aquí eres consciente de la cantidad de dinero que se obtuvo con esta mina a lo largo de su tiempo de explotación. Especialmente cuando en el siglo XVI se descubrió su utilidad en la extracción de oro y plata en América. Todo esta riqueza obtenida, se entiende, con la pérdida de muchas vidas humanas ya fuera por accidentes o enfermedades derivadas de la mina.

Como cosa curiosa, muy cerca del museo se encuentran los hornos de Bustamante, del siglo XVI, y que hemos tenido la suerte de que sean los originales y no hayan sido destruidos. Como nota más curiosa aún, esta mina estaba en zona republicana durante la guerra civil y no fue destruida.

Desde el museo, se vuelve de nuevo al centro de visitantes en un coche eléctrico


Cuando terminó la visita ya casi era la hora de comer. Lo hicimos en un sitio que habíamos reservado pero que no nos gustó especialmente.

Después de comer visitamos también la plaza de toros de Almadén, privada aunque abierta libremente al público. Se trata de la única plaza de toros de planta hexagonal. El edificio lo forma una manzana de viviendas con forma hexagonal, dejando en el centro la plaza de toros.



Nos faltó por visitar el Hospital de Mineros de San Rafael y la cárcel de forzados, ambos cerrados ese día. Nos los apuntamos para la próxima visita a Almadén.



domingo, 19 de marzo de 2017

viernes, 17 de marzo de 2017

Aprendiendo las tablas de multiplicar

¿Qué mejor manera de aprovechar el tiempo camino de la piscina que repasar las tablas de multiplicar? Lo de repasar es por mí, porque el príncipe A ni siquiera había empezado a estudiar las tablas de multiplicar y estaba interesadísimo en ellas. En poquísimos días y dado su gran interés, se aprendió la del 2, la del 3 y la del 5. La del 1 y la del 10 no las tocamos porque "están chupadas, mamá".

La verdad sea dicha, me parece un auténtico rollo repasar las tablas de multiplicar, así que hicimos una manualidad para que las pudiera repasar él solo en forma de juego. Y casi no le está haciendo falta porque tiene una facilidad para aprendérselas que ya la quisiera para mí.

Lo que hicimos fue imprimir las tablas en diferentes cartulinas de colores para que fuera más fácil separar los números en caso de que se mezclen. Recortamos por un lado las cifras a multiplicar y por otro el resultado. Y el juego consiste en colocarlas correctamente por parejas.

Para que sean más fácil de guardar, cada tabla la hemos puesto en una bolsita pequeña identificada con su número.

viernes, 10 de marzo de 2017

Qué visitar en Lanzarote (II)

Empezaré diciendo que de los 15 parques nacionales que hay actualmente en España, 4 se encuentran en las Islas Canarias. Que un lugar sea declarado parque nacional indica que por sus características culturales o medioambientales requiere de una máxima protección. Podríamos decir que son lugares únicos.

Yo iba bastante emocionada de poder conocer otro parque nacional y más al tratarse de uno de origen volcánico. Ya me pasó con el Parque Nacional del Teide y ahora no iba a ser menos. Qué le voy a hacer, este tipo de paisajes me fascinan.

Día 3

Parque Nacional de Timanfaya.

Este día fue el plato fuerte del viaje, conocer el Parque Nacional de Timanfaya y sus anomalías geotérmicas. Se trata del tercer parque nacional más visitado de España, con más de 1.300.000 visitantes al año. 

Nosotros fuimos al parque pasando por la ruta que pasa por el pueblo de Yaiza y no visitamos el centro de interpretación de Mancha Blanca. Lo tenemos apuntado para la próxima visita.

Entre las recomendaciones que indican para visitar el parque estaba la de llegar pronto, y vaya si tenían razón. El parque abre antes que otros lugares de interés, a las 9 de la mañana. Nosotros llegamos antes de las 10 y había una cola de unos 10 coches en la entrada del parque, donde se compran las entradas o te sellan el bono. Cuando nos fuimos, a eso de las 12, la cola era de más de 150 coches que ya habían pagado la entrada y estaban esperando hueco en el parking, que estaba lleno.

Una vez tienes la entrada, tienes que dirigirte al Islote de Hilario, que es donde se inician las excursiones en guagua y donde hacen las exhibiciones de las anomalías geotérmicas. Allí te indican dónde tienes que aparcar el coche y donde dirigirte a coger la guagua. Hay bastante personal de uniforme trabajando allí. Ojo al aparcar porque la inclinación de la zona es enorme y te puedes llevar algún susto.

Después de aparcar, no tardamos ni 5 minutos en coger nuestro autobús, que nos llevó por un recorrido de unos 14 kilómetros por las "Montañas del Fuego". Para varias veces a lo largo del recorrido para poder observar mejor los efectos de los distintos volcanes que hay en la zona. En ningún momento puedes bajar del autobús, las fotos se hacen desde dentro. Mientras tanto, se escucha un audio donde explican el origen de las formaciones que se ven en el paisaje y que comienza con: "El día 1 de septiembre de 1730 , entre las nueve y las diez de la noche, la tierra se abrió en Timanfaya, a dos leguas de Yaiza y una enorme montaña se levantó del seno de la tierra". Tuvo que ser impresionante vivir ese momento.

Una vez finalizada la ruta, nos dirigimos a la zona donde hacen las exhibiciones. Al llegar, el señor que hace la exhibición nos dio un puñado de piedras (lapilli) que cogió del suelo, para que nos las llevásemos de recuerdo. El problema era que las piedras estaban ardiendo y casi las tenías que soltar al instante. La verdad es que notabas calor en los pies.

Las exhibiciones que hacen consisten en ver cómo se quema la hierba seca solo con meterla dentro de un hueco en un pozo hecho en la tierra o ver cómo al echar agua en un tubo introducido en suelo, esta sale disparada en forma de geiser.

Dentro del restaurante que se ubica allí, llamado El Diablo con gran acierto, también puedes ver cómo cocinan utilizando el calor que sale de un pozo. Si te asomas al pozo, compruebas  en tus propias carnes la altísima temperatura que hay dentro y que hace que se cocine la comida que ponen en las parrillas.

En menos de dos horas pudimos verlo todo tranquilamente. Hay otras rutas disponibles en el parque pero no estaban aconsejadas para niños.

Parque Nacional de Timanfaya

Echadero de camellos.

Muy cerquita del parque nacional se encuentra el Echadero de Camellos, donde se pueden hacer rutas en dromedario (curioso sí).

La ruta fue de menos de media hora y bastante divertida, aunque al principio te parece un poco incómodo tanto tratequeteo. Aún así, seguro que el dromedario iba más incómodo que nosotros.

Pusieron a los dos niños juntos y al príncipe A le tuvieron que acoplar unos cuantos kilos de piedra para que el peso fuera compensado.

El señor que nos tocó como guía y que nos explicó cómo subir y bajar del animal, no podía ser más encantador con los niños y con los adultos.

Echadero de camellos

Los Hervideros.

Esta visita estaba prevista para después de comer pero nos saltamos el desvío de El Golfo y como no es muy factible dar la vuelta y los sitios están muy cerca, la hicimos antes de comer.

Se tratan de oquedades que ha hecho la erosión del mar en la lengua de lava solidificada y que, debido a la fuerza del agua en la zona, al mirar por ellas parece que el agua hierve.

La verdad es que da un poco de miedo, pero solo a los que nos dan miedo las alturas y las grandes cantidades de agua. Con temporal debe ser bastante impresionante de ver. 

El lugar está muy bien señalizado y bastante limpio.

Los Hervideros

El Charco de los Clicos.

Tuvimos que volver de nuevo unos pocos kilómetros hacia atrás para llegar a El Golfo, que es donde se encuentra El Charco de los Clicos.

Lo primero que hicimos fue comer, en el restaurante Lago Verde, una paella buenísima, un pescado pequeñito que se comía entero, parecido a los boquerones, y un postre llamado "polvitos canarios". Allá donde fueres, come lo que vieres.

Para llegar al lago hay que dejar el coche en un parking a la entrada del pueblo y dirigirte hacia la izquierda por un pequeño sendero que hay en la falda de la montaña.

El lago es de agua salada y debe su color a las algas que contiene. Es un lugar de gran contraste debidos a los colores que allí se ven: rojos y negros de la tierra y verde y azul de las aguas.

En este lago se han rodado varias películas.

El Charco de los Clicos

Las Salinas de Janubio.

Siguiendo por la misma carretera, la LZ-703, se llega hasta un mirador situado al lado de un restaurante. Desde allí se pueden ver las Salinas de Janubio, las más grandes de Lanzarote. Actualmente son espacio natural protegido.

Salinas de Janubio

Playas del Papagayo.

No queríamos terminar el día sin visitar la Playa del Papagayo, que se la había recomendado un amigo al príncipe A.

Las playas del Papagayo son un conjunto de playas de arena dorada situadas en la zona más al sur de Lanzarote. Nosotros solo visitamos El Papagayo que nos gustó mucho, sobretodo la puesta de sol que nos pilló allí.

El camino hasta las playas no es lo mejor de la isla, unos 6 kilómetros de camino sin asfaltar y lleno de baches.
Playa del Papagayo

Día 4

Este era el día de vuelta a casa y solo pudimos dar un paseo por la playa que estaba al lado del hotel.

Playa de Matagorda.

La playa es de arena dorada, aunque también se encuentran algunas piedras volcánicas negras, un contraste precioso.

Hay un paseo marítimo muy cuidado, que para sí lo quisieran algunos pueblos de la costa levantina.

Playa de Matagorda

Y hasta aquí nuestro viaje a Lanzarote, deseando repetir islas Canarias. ;)

Aquí puedes ver lo que hicimos los primeros días.

martes, 7 de marzo de 2017

Qué visitar en Lanzarote (I)

Desde que la princesa Zeta vio un programa de Masterchef que se grababa en Los Jameos del Agua, empezó a decir que ella quería ir a Lanzarote. Yo creo que se pensaba que estaba aquí al ladito de casa. Y así has estado estos dos últimos años.

Y como nos encantan las islas Canarias y los canarios, que tienen el acento más bonito de España, empezamos a buscar información sobre la isla pero no conseguíamos que nos cuadraran las fechas. Pero resulta que vimos una oferta que no podíamos rechazar, cuadraban las fechas y cuadraba el precio, así que nos lanzamos.  Ya fue a la mañana siguiente cuando me dí cuenta de que me había equivocado al elegir las fechas (menuda cabeza) y sólo se podían cambiar con una penalización del doble del precio que habíamos pagado, por lo que seguimos adelante.

Fue un viaje corto, solo tres noches en la isla, pero nos dio tiempo a visitar todo lo que habíamos planeado e incluso más.

Día 1

Era un sábado y llegamos al aeropuerto de Arrecife sobre las 14:30 horas, estuvimos esperando en Madrid media hora para poder despegar porque el espacio aéreo del aeropuerto destino estaba sobrecargado. Luego, ya en la isla, nos daríamos cuenta de la cantidad de aviones que aterrizan y despegan en el aeropuerto de Arrecife.

Nada más llegar, fuimos al parking a recoger el coche que habíamos alquilado con la empresa Plus Car, que resultó ser un acierto. Yo no las tenía todas conmigo porque en un viaje a Tenerife tuvimos problemas con otra compañía. El coche era casi nuevo, tamaño familiar y a los niños les encantó, les parecía más chulo que el nuestro. La empresa no sé si quedaría tan contenta como ellos, después de las migas y el barro que les dejamos de recuerdo. ;)

El hotel estaba muy cerca del aeropuerto así que nos dio tiempo a llegar, comer y prepararnos para irnos de ruta.

Esa misma tarde ya conseguimos visitar algunas cosas.


Fundación César Manrique.

César Manrique fue un artista de Lanzarote que además de a las artes plásticas se dedicó a la conservación del medio ambiente. La mayor parte de los lugares de interés de la isla han sido diseñados  por él.

La fundación se encuentra en la localidad de Tahíche y se dedica a estudiar y difundir la obra del artista. Fue su casa-estudio durante un tiempo.

El edificio está levantado, o más bien inmerso, en una colada de lava con cinco burbujas volcánicas que han sido aprovechadas para hacer distintas habitaciones. Es impresionante ver cómo el ser humano se ha aprovechado de la creación de la naturaleza. 

Al sacar la entrada, se puede sacar una combinada para visitar también la Casa-Museo del artista, en Haría. Nosotros solo visitamos la fundación. 

Cuando terminamos la visita se puso a llover, algo muy inusual en la isla.

Fundación César Manrique

Museo y monumento del campesino.

Muy cerca del anterior se encuentra el Museo del Campesino, en la localidad de Mozaga. El museo fue construido para dar a conocer el duro trabajo de los campesinos lanzaroteños. Nosotros no pasamos porque ya estaba cerrado, casi todos los sitios de interés cierran a las 6 de la tarde o incluso un poco antes.

Fuera del museo está se encuentra una escultura llamada "Fecundidad", creada por César Manrique a partir de depósitos de agua de barcos.

La Geria.

Si seguimos desde Mozaga hasta Yaiza, pasamos por una zona con una paisaje muy singular llamada La Geria. Se trata de una zona de producción de vino con múltiples bodegas y en la que las vides están plantadas en una especie de huecos hechos en el lapilli, que son pequeños fragmentos de lava. Alrededor de los huecos también han construido unos pequeños muros de piedra para proteger las vides del viento. 

Al ver el paisaje te das cuenta del durísimo trabajo que tuvo que ser sacar adelante este tipo de cultivo en la isla.

La Geria

Playa Blanca.

Como aún era pronto para volver al hotel, seguimos hasta Playa Blanca, que es la zona de más turismo de playa. Cuando llegamos ya era de noche y no fuimos a ver la playa, nos acercamos a ver el Faro Pechiguera. En realidad hay dos faros, el nuevo y el antiguo, que está considerado bien de interés cultural.

Día 2

Cuando vas de viaje hay que aprovechar bien el tiempo así que nos levantamos pronto y después de desayunar, que es la parte que más nos gusta de estar en un hotel, nos fuimos de nuevo de ruta.

Jardín de Cactus.

El primer sitio a visitar era el Jardín de Cactus, en la localidad de Guatiza. Llegamos y aunque eran ya las 10:00, hora a la que abrían y había gente en la puerta, todavía no habían abierto.

Al sacar la entrada para el Jardín de Cactus, compramos un bono para visitar varios sitios. Merece totalmente la pena tener en cuenta estos bonos si vas a visitar varios de esos lugares de interés.

El jardín está ubicado en una antigua cantera de donde los campesinos extraían arena volcánica para cubrir sus cultivos y así retener la poca humedad.

Llama la atención la gran variedad de plantas y el tamaño de algunas de ellas. Es un sitio muy peculiar y que nos encantó.


Jardín de Cactus

Jameos del Agua.

Bastante cerca del anterior se encuentran los Jameos del Agua. El paisaje exterior tiene la figura de protección medioambiental de "Monumento Natural del Malpaís de la Corona" y tiene una vegetación bastante característica.

Cuando el volcán La Corona erupcionó, hace casi dos siglos, se formó un túnel por donde discurría la lava, quedando hueco tras solidificarse la parte exterior. El jameo surge cuando uno de estos túneles se abre hacia la superficie.

Los Jameos del Agua forman parte del mismo túnel volcánico que la Cueva de los Verdes, que es donde fuimos después, y se sitúan en la parte más cercana a la costa.

En su interior hay un lago en el que se filtra el agua marina, ya que está por debajo del nivel del mar. Al bajar al lago, te encuentras carteles que indican que no se deben tirar monedas al lago (manda narices que te tengan que decir eso), ya que allí vive una especie endémica de cangrejos ciegos. Según caminábamos por el borde del lago nos llamaba mucho la atención algo que había por todo el fondo y que por el brillo parecían monedas. Después de decir que mira que la gente es incívica, etc, etc, nos dimos cuenta de que en realidad, eso que brillaba, eran los propios cangrejos, que eran blancos.

En la parte exterior también tiene una espectacular piscina blanca con el agua muy azul y un auditorio construido en la roca volcánica.

Los Jameos del Agua

La Cueva de los Verdes.

A menos de dos kilómetros del anterior se encuentra la Cueva de los Verdes, llamada así por los antiguos habitantes de la cueva. En otras épocas, fue refugio para los habitantes de la zona cuando había ataques piratas.

De la cueva se recorren unos 2 kilómetros y la visita es guiada. Se hace muy amena por parte del guía, quien nos contó, entre otras cosas, que en la parte interior de la cueva, que no es visitable, hay distintos equipos de medición de la actividad sísmica de la zona.

La cueva es espectacular y tiene varios niveles. En algunas zonas notas corrientes de aire muy fuertes, pero desde luego, visitar esta cueva no está indicado en absoluto para personas con movilidad reducida, niños en carrito, etc.

Casi al final del recorrido hay una sorpresa bastante bonita y la princesa Zeta me ha dicho textualmente: "mamá, no se te ocurra contarla", así que a callar. 

La Cueva de los Verdes

Arrieta.

Ya en ruta nos recomendaron ir a comer al Restaurante Amanecer, en Arrieta. Hicimos muy bien en hacer caso a la recomendación. Los camareros fueron super agradables y la comida buenísima. Probamos por primera vez las lapas y el mousse de gofio. Nos pusieron también varios pescados del día que no podían estar más ricos. 

Arrieta

El Mirador del Río.

El Mirador del río también es obra de César Manrique. Se encuentra en lo alto del Risco de Famara a más de 400 metros de altitud y se pueden admirar unas espectaculares vistas del Parque Natural del Archipiélago Chinijo, con la isla de La Graciosa en primer lugar.

Según llegamos nos dimos cuenta de que había muchos coches aparcados un poco antes de llegar al parking del mirador. Suponemos que estaban viendo las vistas desde fuera del mirador, supongo que para no pagar la entrada. Pero considero que para una vez que vas merece mucho la pena pagar la entrada.

A nosotros nos pilló un día con mucho viento y daba bastante miedo salir al exterior porque parecía que ibas a salir volando, por no hablar de las alturas, pero aún así es precioso de ver. Si no te apetece estar mucho tiempo fuera, también puedes tomarte un café frente a los enormes ventanales, con La Graciosa y el Río a tus pies.

El Mirador del Río
Sentados frente a esos ventanales se nos hizo la hora de cierre del lugar. Para volver al hotel cogimos otra ruta distinta a la de la ida, bordeando la isla por la parte norte. La carretera es bastante estrecha y con muchísimas curvas, sobretodo hasta llegar al mirador de Haría, donde hay preciosas vistas del volcán de La Corona.

Según volvíamos nos ocurrió una cosa bastante graciosa. Habíamos parado para cambiar de conductor y una pareja paró su coche justo enfrente, en dirección contraria. Nos preguntaron cómo llegar a la Caleta de Famara, se habían quedado sin batería en los móviles y no tenía gps. Resultó que iban en dirección contraria unos cuantos kilómetros.

Aquí puedes ver lo que hicimos los siguientes días.