Si las paredes hablaran ... Esto es lo que dice la página web del establecimiento Green Mill Cocktail Lounge en Chicago. Y no es para menos, ya que era el bar favorito de Al Capone y su banda. Y según dicen tiene pasadizos secretos que lo comunican con los edificios contiguos.
Hoy en día es un bar donde puedes disfrutar de un concierto de jazz del bueno por el módico precio de 5 dólares la entrada.
A nosotros nos tocó disfrutarlo desde la barra del bar porque, aunque llegamos con media hora de antelación, todas las mesas ya estaban ocupadas. Pero la verdad es que no nos importó mucho, la cerveza estaba muy buena y muy fresquita y el ambiente y la compañía inmejorables. Por cierto, que otra vez dejamos a los niños con nuestra canguro favorita.
El ambiente del bar era muy variado, desde gente muy joven y vestidos de manera informal hasta gente mayor y bastante elegante. Y luego nosotros, inclasificables, bueno, los de la pinta de turistas. ;)
Una cosa muy curiosa es que nos habían dicho que una vez que empezase el concierto, no se podía hablar y había que estar en silencio todo el tiempo. Pero nada más lejos de la realidad. La gente siguió hablando como si nada, como en un bar normal. Hasta hubo alguna pareja que se puso a bailar. Aunque nuestra pasión por el jazz no llegó a tanto.
Está en 4802 N. Broadway, tienen un parking gratuito cercano por si vas en coche y es totalmente recomendable.
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