En octubre de 2012 estuvimos en el parque nacional de Cabañeros. Sólo fueron dos días, pero nos dio tiempo a hacer varias rutas por la zona y a conocer la flora y la fauna autóctonas.
Estuvimos alojados en una cabaña de madera en un árbol. Se trata del complejo Ecolodge, un alojamiento rural compuesto por varias cabañas de distinta capacidad, bastante separadas unas de otras y dentro de un bosque de robles. Está bastante cerca del embalse de la Torre de Abraham y de la carretera, pero no se oye ningún ruido, salvo el de los animales de zona. A nosotros en concreto, nos tocó escuchar el sonido del pájaro carpintero.
Además de las cabañas, la nuestra fue el Águila Imperial, también había una biblioteca, una piscina, zona infantil y zona de relax, aunque allí todo es relax.
La experiencia en la cabaña fue interesante y divertida, sobretodo para los niños. Pero la ubicación también estaba muy bien, bastante cerca de las rutas que hicimos.
Muy interesante fue la visita al centro de visitantes "Casa Palillos", donde además de conocer más cosas sobre la fauna, la flora y la etnografía de la zona, pudimos ver de cerca los ciervos. O al menos intentarlo, porque la verdad es que los prismáticos estaban un poco altos.
Hicimos varias rutas por la zona, y descubrimos que a los niños les encanta llevar el mapa e ir encontrando los puntos de información. Incluso la princesa Zeta se enfadaba cuando su hermano llegaba antes que ella.
Una de las rutas que hicimos fue la "Senda Plaza de los Moros", que es de 3,5 km. y circular. Tiene bastante desnivel, al principio subes y al final bajas, pero la novedad hizo que al principio lo cogiesen con muchas ganas. Al final, el pequeño terminó pidiendo que lo llevásemos en brazos.
Desde el mismo sitio donde se inicia la ruta anterior, también se inicia la "Senda de Castellar de los Bueyes", esta es de 5 km. ida y vuelta. Como había sido demasiado con la primera, la dejamos para otra ocasión.
Muy cerca del alojamiento hicimos la "Senda de la Torre de Abraham", que se inicia en el centro de interpretación del mismo nombre, bastante cómoda para hacer con niños.
Sin duda, la que más nos gustó fue la "Senda del Boquerón del Estena", que discurre por los márgenes del río Estena. Tiene unos 8 km. ida y vuelta y hay que cruzar el río por unas piedras, con la dificultad que esto conlleva cuando se va con niños pequeños. Lo mejor de todo es descubrir los fósiles de hace más de 400 millones de años y que indican que esa zona estaba cubierta por el mar. Sin duda, esta ruta es para repetir.
Por supuesto, nos quedaron por hacer muchas otras rutas por la zona, y esperamos volver para poder disfrutar de la naturaleza y de ese bonito paisaje.
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