La verdad es que el título puede dar para un chiste, por eso de que podría ser cualquier tarde, pero esta vez se trataba de bolos de bolera.
Ya habíamos ido antes a la bolera y la verdad es que a los niños les encanta, pero esta vez, aprovechando que habíamos salido a comer para celebrar el cumple del abuelo y de la tía, nos fuimos después a la bolera.
La partida la jugamos ocho personas, cuatro adultos y cuatro niños y hay que decir que la princesa Zeta ganó la partida con amplia ventaja sobre algunos. El príncipe A quedó el segundo, con un strike incluido. Yo prefiero no acordarme, aunque también hice un strike. ;)
A la princesa Zeta se le dan tan bien los bolos que se permite el lujo de darle consejos a su hermano. Recuerdo que la última vez que fuimos a la bolera también ganó ella y como no quiero que se crea que siempre va a ganar ella (que yo también quiero ganar alguna vez), se lo hice saber:
-Princesa Zeta, no creas que tú vas a ganar siempre.
-¿Ah, no?
-Pues no.
-¿Y qué te hace pensar eso?
-Pues porque alguna vez ganarán otras personas. Así es el juego.
-No me digas que les voy a tener que dejar ganar.
Esto es seguridad en uno mismo, y lo demás son tonterías.
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