Tarde de teatro

Pues con la excusa de gastar una caja "wonderbox", que me regalaron para mi cumpleaños, nos hemos ido a comer por ahí y de paso al teatro.

Tener Madrid tan relativamente cerca es fantástico porque la oferta de ocio es amplísima y para todos los gustos, edades y bolsillos.

A la hora de comer, nuestra primera opción era comer en un restaurante japonés, pero al elegir el restaurante de la lista que te ofrece la famosa "cajita", resultó que no colaboraba con ellos. Así que la siguiente opción fue un restaurante griego, que por suerte sí colaboraba.

El restaurante, para la zona donde estaba, no era nada espectacular. Digamos que las fotos no le hacían justicia pero en el mal sentido. La comida estaba rica, pero demasiados platos de carne en el menú degustación, que era el que nos ofrecían. Y, como la bebida y el postre no estaban incluídos en la oferta del restaurante, al final pagamos más que si nos hubiésemos ido a comer de menú a cualquier otro sitio.

Y para terminar la jornada, nos fuimos al teatro. Vimos una comedia que estuvo divertida pero a la que, por mucho que uno de los personajes tuviera que soltar un montón de tacos, creo que le sobraban bastanes. De todas formas, el teatro nos gusta mucho, así que lo pasamos bien.