El otro día preparando la cena, la princesa Zeta se pone a preguntar por cosas trascendentales:
-Mamá, yo creo que el Ratoncito Peréz no existe.
-¿Y por qué dices eso?
-Pues porque es imposible que él sepa exactamente qué es lo que yo quiero. Así que tienes que ser tú o papá.
-Ah! ¿Y entonces los Reyes Magos?- dije yo con el susto en el cuerpo.
-Ellos sí que lo saben porque a ellos les escribo una carta.
-:))))
No hay comentarios:
Publicar un comentario