viernes, 29 de diciembre de 2017

Receta de marquesitas

Otra receta navideña sencillísima y deliciosa. También la hemos visto en el blog de María Lunarillos.

Ingredientes:

  • 250 gr. de almendras molida muy finas.
  • 250 gr. de azúcar. 
  • La ralladura de un limón.
  • 5 huevos medianos.
  • Azúcar glas.

Elaboración:

  • Mezclar el azúcar con los huevos.
  • Añadir las almendras tamizadas para quitar los trozos más gordos y batir de nuevo.
  • Añadir por último la ralladura de limón y mezclar.
  • Ponemos la mezcla en una manga pastelera y vamos llenando los moldes. En nuestro caso utilizamos moldes normales de magdalenas porque no teníamos otros, llenándolos solo a un tercio.
  • Hornear a 180 °C durante unos 15 minutos.
  • Dejar enfriar sobre una rejilla y una vez frías se espolvorear por encima con azúcar glas.

Con esta receta, triunfamos en Nochevieja. ;)

viernes, 22 de diciembre de 2017

Receta de mantecados

Esta receta de mantecados es muy sencilla, la hemos cogido del blog de María Lunarillos. Llevaba mucho tiempo con los ingredientes comprados y por fin llegó el momento.

Ingredientes:

  • 400 gr. de manteca de cerdo.
  • 680 gr. de harina de repostería.
  • 10 gr. de levadura.
  • 100 ml. de vino dulce.
  • 100 ml. de zumo de naranja.
  • Azúcar glas.

Elaboración:

  • Mezclar la manteca, el vino y el zumo de naranja, que deben estar a temperatura ambiente. Hay que mezclar bastante tiempo estos ingredientes para que se integren.
  • Ir añadiendo la harina y la levadura tamizada y mezclar todo bien.
  • Formar una bola, envolverla en plástico y dejar reposar en la nevera, preferiblemente toda la noche.
  • Sacar la masa y extenderla en una superficie enharinada hasta un grosor aproximado de 1 cm.
  • Hacer las porciones con un cortador y colocarlas en una bandeja de horno sobre papel de hornear.
  • Hornear a 180 ºC con el ventilador del horno, durante unos 15 minutos. Habrá que mirar si quedan bien cocidos por dentro cortándolos de forma horizontal.
  • Dejar enfriar sobre una rejilla y espolvorear el azúcar glas ayudándonos de un colador.

Y a disfrutar. Por cierto, que estaban más ricos al día siguiente de hacerlos.



viernes, 15 de diciembre de 2017

Calendario para 2018

He decidido que el calendario de sobremesa para el próximo año me lo hago yo. Es bastante sencillo de hacer, solo hace falta un par de fotos chulas y un poco de paciencia para cuadrar todo.

El diseño lo he realizado con powerpoint y lo he impreso en cartulina blanca de tamaño A4. Para poder imprimirlo en ese tamaño y que quede bien, es importante coger ese tamaño A4 vertical en la diapositiva de powerpoint (también se podría hacer en word quitando los márgenes).

También hay que tener en cuenta que la mitad del calendario hay que colocarla bocabajo para que luego se vea bien. Y también dejar un margen arriba y abajo de unos 4 centímetros que servirá como base del calendario.


Este es el diseño listo para imprimir:

Por si queréis hacerlo, aquí están los trimestres de 2018, que os podéis descargar.





viernes, 8 de diciembre de 2017

Aprendemos las capitales de Europa

¿Capital de Kosovo? Ni idea, ¿no? Pues eso me pasaba a mí cuando estuve ayudando a la princesa Zeta a buscar los países de Europa y sus capitales. De hecho, y hasta me da vergüenza decirlo con lo bien que se me daba a mí la Geografía en el colegio, había algunos países que no sabía ni dónde ubicarlos en el mapa de Europa. Y eso por no hablar de otros continentes.

Esta página web de mapas interactivos se la recomendaron en el colegio y es bastante buena.

Pero además hemos hecho un juego para relacionar los países con sus capitales. Para ello hemos impreso en cartulinas de colores, por un lado los países y por otro las capitales. Hemos recortado los rectángulos y hecho dos montones: los países por un lado y las capitales por otro. El juego consiste, por turnos, en coger de forma aleatoria 3 rectángulos de un montón y buscar su correspondencia en el otro montón. Se da un minuto de tiempo y se gana si se consigue emparejarlos correctamente. Al principio, alguien tendrá que tirar de chuleta para ver si los emparejamientos son correctos, pero al cabo de un tiempo ya no hará falta.


Por si queréis hacer también este juego, aquí tenéis la lista de capitales y la lista de países de Europa:


Y esta es la chuleta que nos servirá para comprobar los resultados. Ahora ya sabemos que la capital de Kosovo es Pristina. ;)

viernes, 1 de diciembre de 2017

El regalo de la madrina

Hace unas semanas tuve la suerte de recibir la noticia de que iba a ser madrina de nuevo. Y digo "de nuevo" porque ya es mi tercer ahijado. ¿Y qué se le puede regalar a tu ahijado en su bautizo cuando a uno no le no te gustan mucho los regalos típicos de bautizo? Pues a mí se me ocurrió hacerle un regalo personalizado.

Para este regalo personalizado he utilizado una caja de fresas pintada con pintura de tiza de color azul a la que pegué las letras de su nombre. Dentro de la caja puse varios detalles de recuerdo:

- Una pequeña lámina diseñada con powerpoint y enmarcada en un cuadro blanco de ikea.
- Un recordatorio de su nacimiento también diseñado con powerpoint y puesto en un portafotos  también de Ikea.
- Un álbum de fotos.
- Una vajilla infantil compuesta por un bol, un plato llano, un vaso y unos cubiertos para que se tome sus primeras papillas.

Y lo mejor de todo, una mantita de lana hecha a mano por mi madre, que no cabía dentro de la caja y que entregué dentro de una bolsa envuelta en un papel de seda con elefantes.


Tratando de recordar otros regalos hechos a mano me he encontrado con este otro  regalo de bautizo, este regalo de comunión y con este regalo de boda.

viernes, 24 de noviembre de 2017

Calendario de adviento Navidad 2017

Este año no he tenido que hacer casi nada del calendario de adviento. Y menos aún comprar materiales porque los teníamos todos en casa. 

Para hacerlo hemos utilizado:
  • Un cartón para dibujar los triángulos que simularán los árboles.
  • Una caja decorada (que ya teníamos) para la base del calendario.
  • Una plancha de poliespan forrada de un papel brillante rojo.
  • Cintas adhesivas en colores brillantes.
  • Pegatinas de diverso tipo.
  • Unos palitos de madera de los que se utilizan para las brochetas.
  • Cinta adhesiva (celo).

Para la elaboración hemos hecho lo siguiente:
  • Cortar la plancha de poliespan a la medida adecuada para que encaje en el fondo de la caja. Es donde van a ir clavados los árboles. Forramos la plancha con un plástico brillante.
  • Pintar los palitos de madera. En nuestro caso van de color verde.
  • Dibujar los árboles en el cartón. El tamaño es de 7 cm. de base y 14 cm. de altura. Recortarlos.
  • Decorar todos los árboles al gusto de cada uno sin olvidarse de poner el número. Hemos utilizado cintas de colores navideños y pegatinas de todo tipo.
  • Pegar los palitos de madera por detrás de los árboles. Habrá que recortar los palitos antes de pegarlos según las diferentes alturas a las que los queramos colocar. Se pueden pegar con celo.
  • Clavar los árboles formando una composición que nos guste.
Este año las sorpresas se irán poniendo sobre la marcha el día de antes. Otros años las hemos colocado del tirón y las hemos tenido que cambiar por planes familiares que han surgido. Para colocar las sorpresas utilizaremos un post-it en el que la escribiremos y lo pegaremos por detrás en el árbol que corresponda.

Ahora sólo queda pensar qué cosas les pueden gustar y que no sean de rascarse mucho el bolsillo. ;)

viernes, 17 de noviembre de 2017

51 cosas que hicimos en el crucero

"Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer". Así, como el libro de David Foster Wallace se podría resumir mi experiencia en un crucero.  Esto es al menos lo que pensaba hace 4 meses, que es cuando hicimos el crucero. Sin duda, cada uno trajimos una sensación distinta. Aunque ahora, con el tiempo, la sensación se va difuminando un poco.

El proyecto de vacaciones familiares de crucero comenzó como 8 meses antes del viaje, cuando fuimos a mirar itinerarios, precios y navieras. Si quieres que te salga el mejor precio posible hay que reservarlo con mucho tiempo de antelación. Aunque precio bueno no hay nunca, ya que un crucero es algo bastante caro.

Nuestro itinerario eran las islas griegas, pero debido a causas ajenas a nuestra voluntad, fue modificado una vez ya habíamos iniciado el itinerario. Esto hace que me plantee en un futuro este tipo de ocio vacacional y que mi sensación a la vuelta no fuera muy buena.

En definitiva, no tengo aún muy claro si la experiencia mereció la pena pero aquí van, al menos, 51 cosas que hicimos en el crucero:



1.- Conocimos el puerto y el aeropuerto de Venecia, no así la ciudad. Para ser sinceros, yo estuve en Venecia hace la friolera de 30 años y hubiese merecido muchísimo la pena visitarla, pero no pudo ser por falta de tiempo.
2.- El primer día hicimos un montón de colas: para hacer el checkin del avión, para pasar el control, para embarcar, para recoger las maletas, para que nos asignaran autobús, para hacer el checkin antes de entrar al barco, para  pasar el control del puerto y por fin, para pasar el control en el barco. ¡Un horror!
3.- Nos sorprendimos mucho al ver el tamaño del barco. Tenía una altura de 13 pisos.
4.- Y también nos sorprendió la elegancia del barco. "No es elegante, es lo siguiente", dijo el príncipe A.
5.- Los niños se hicieron socios del club infantil nada más llegar. Y lo aprovecharon a tope durante todo el crucero.
6.- Nos volvimos a sorprender por las dimensiones del pasillo donde estaban los camarotes. Era tan largo que daba hasta miedo.
7.- Las dimensiones no dejaban de sorprendernos. Esta vez por el tamaño del camarote que era muy recogidito. Seguro que en primera clase las cosas se ven de otra manera. No obstante, la habitación tenía todo lo necesario, y más teniendo en cuenta que solo estábamos para dormir. El segundo día descubrimos que tenía hasta un tendedero.
8.- Sentimos por primera vez ese movimiento que se produce cuando el barco zarpa. Pero nada que no fuese llevadero o hiciese falta tomar pastillas para le mareo.
9.- Hicimos la rueda de reconocimiento de todas las cubiertas del barco y nos costó al principio orientarnos.



10.- El barco resultó tener un capitán griego y una bandera panameña. La tripulación era de un montón de países.
11.- Hicimos un simulacro de evacuación, con chaleco salvavidas puesto y todo, que nos hizo sentir como si estuviésemos en el Titanic, pero con muchos más grados de calor. Todo el mundo parecía saber dónde ir.
12.- Nos dimos cuenta de las grandes posibilidades que nos daba nuestra tarjeta de "todo incluido" para asaltar el bar a cualquier hora.
13.- Durante la primera cena conocimos a nuestro camarero de referencia y a su ayudante, que eran de origen indio y fueron muy amables con nosotros durante todo el crucero.
14.- Repasamos al dedillo los programas que dejaban en el camarote cada noche para el día siguiente. No fuera a ser que nos perdiéramos algo muy interesante. En el programa también te sugerían el tipo vestimenta para la cena del día siguiente.
15.- Descubrimos el canal de la tele donde se proyectaba lo que se veía por la cámara de proa del barco. Ver este canal resultó ser el pasatiempo favorito de los niños cuando estábamos en el camarote.
16.- Yo como soy muy madrugadora y no me quería perder nada, vi a gente corriendo por cubierta a las 7 de la mañana.
17.- Atracamos en el puerto de la ciudad de Split. Una preciosa ciudad croata con mucha historia a sus espaldas. Hicimos una visita guiada muy interesante.

18.- Cambiamos euros por kunas, que es la moneda croata.



19.- Disfrutamos paseando por las bonitas calles de Split y viendo los puestos callejeros.
20.- El club infantil resultó ser un acierto. Fuimos a recogerlos el primer día por si se estaban aburriendo y no se quisieron venir. Al parecer, jugar con niños de otras nacionalidades les parecía mejor plan que estar con sus padres y abuelos.
21.- Acudimos a la cena "elegante" con ropa "casual". ¡Qué le vamos hacer!, en nuestro armario no abunda la ropa elegante. Menos mal que no éramos los únicos.
22.- Por supuesto, a la cena "blanca" no acudimos de blanco, aunque lo intentamos.
23.- Nos dimos cuenta de que hay gente profesional de los cruceros. Se les notaba por lo bien que iban vestidos para cada ocasión. No me imagino cómo serían sus maletas.
24.- Algunas cenas fueron espectaculares tirando a ridículas. Los camareros paseándose en fila con un montón de bandejas al son de la música. La gente con el brazo levantado y haciendo girar la servilleta.
25.- Hicimos manualidades con una monitora brasileña que nos hablaba en español. Y no recuerdo por qué pero terminé explicándole los pasos en inglés a una mujer británica. Al final la mujer consiguió terminar su manualidad.
26.- Nos trajimos una pequeña colección de bolas nieve con motivos típicos de las ciudades que visitamos.



27.- Nos cabreamos mucho cuando nos cambiaron el itinerario sobre la marcha. Según el capitán por el mal tiempo en al zona. Así que dejamos de ver Santorini y Mikonos, que para mí eran las joyas del viaje y el motivo de haber elegido ese crucero.
28.- Así que acabamos en Creta, la "isla más aburrida del Mediterráneo" según la princesa Zeta. Luego no resultó ser tan aburrida.
29.- En la isla griega de Creta visitamos Chania, donde llegamos a bordo de un autobús con los letreros en alemán.
30.- Visitamos el precioso puerto de Chania, su bonito faro veneciano y su mercado lleno de productos típicos, sobretodo jabones, especias, aceitunas y sus postres típicos como la baklava. Nos trajimos un poco de cada.
31.- En el puerto de Chania vimos una tortuga gigantesca nadando entre los barcos.
32.- Aprovechamos muy bien el buffet del desayuno, demasiado diría yo.
33.- El bar lo aprovecharon más unos que otros. Para mi gusto, demasiada azúcar en los cócteles sin alcohol.
34.- El príncipe A y la princesa Zeta daban cuenta de sus tarjetas personales para pedir helados. Alguna vez me invitaron. ;)

35.- El segundo día alguien perdió su tarjeta jugando y nos tuvieron que volver a hacer las 4 tarjetas, ya que estaban asociadas con la tarjeta de crédito. Cuando fuimos a pedir unas nuevas, vimos que no éramos los únicos, había un folio entero de gente a la que le había pasado lo mismo.



36.- Nos dimos cuentas de lo bien engranado que está todo en el barco, cada trabajador parecía estar exactamente donde debía para que la experiencia del crucero fuera la mejor posible.
37.- Cambiamos la hora un par de veces durante el crucero.
38.- Comprobamos la dificultad para encontrar una hamaca vacía en la piscina. Por cierto, las piscinas eran de agua salada.
39.- Visitamos Katakolon y la antigua ciudad de Olympia. Pasamos allí muchísimo calor y las chicharras hacían un ruido ensordecedor.
40.- Por casualidad vimos que cuando en el folleto diario ponía "embarcaremos el piloto que nos ayudará a maniobrar para entrar en el puerto" significaba que el piloto venía en una lancha que ponía "pilot" y que se acercaría para pegarse al barco de modo que el piloto subiese por una escalera. Creo que esa maniobra era mucho más peligrosa que la de entrar en un puerto pequeño.
41.- En el puerto de Dubrovnik vimos cómo atracaba el barco marcha atrás. El piloto que embarcó sabía lo que hacía.
42.- En Dubrovnik también pasamos un calor de muerte pero la visita mereció la pena. Nos quedamos con ganas de subir en el teleférico, pero pudimos pasear por sus bonitas calles.
43.- Atracamos en Ancona, visitamos el arco de Trajano y subimos hasta la Catedral de San Ciriaco. Menos mal que encontramos un ascensor porque está en todo lo alto de la ciudad.
44.- Un guardia de seguridad nos echó muy amablemente de la puerta de entrada al astillero, cuando los niños se sentaron a descansar.



45.- En Ancona llenamos nuestras botellas en la preciosa Fontana del Calamo, con sus 13  caños.
46.- Disfrutamos de los espectáculos nocturnos del crucero, divertidos y variados.
47.- Los niños se divirtieron en la discoteca infantil, incluso a la princesa Zeta le tocó un juego de animales por bailar bien.
48.- Al príncipe A le regalaron una equipación de fútbol de la selección croata.
49.- Disfrutamos de una puesta de sol espectacular en alta mar.
50.- Vimos la plaza de San Marcos de Venecia desde la cubierta del barco, que la hace aún más espectacular.
51.- Grabamos en la memoria un montón de recuerdos en familia que nunca olvidaremos.




viernes, 10 de noviembre de 2017

Brownie de calabaza

Aprovechando que es temporada de calabazas hemos hecho un brownie de calabaza. Este bizcocho no tiene un sabor muy fuerte a calabaza y está buenísimo. 

Ingredientes:
  • 300 gr. de calabaza asada.
  • 120 gr. de mantequilla blanda.
  • 25 gr. de cacao en polvo sin azúcar.
  • 4 huevos.
  • 200 gr. de azúcar.
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla.
  • 300 gr. de harina.
  • 1 cucharadita de levadura.
  • 1 pizca de sal.
  • Unas nueces (opcional).

Elaboración:
  • La calabaza asada tiene que estar machacada como si fuese un puré. Se puede hacer con el tenedor.
  • Batimos los huevos con el azúcar.
  • Añadimos a la mezcla anterior la mantequilla, la esencia de vainilla, la levadura y la sal y volvemos a mezclar.
  • Añadimos la harina y mezclamos poco a poco.
  • Separamos la masa resultante en dos partes.
  • A una parte le añadimos el cacao y las nueces partidas mezclamos todo. Las nueces no las ponemos siempre, sobretodo si sabemos que lo van a tomar personas alérgicas.
  • A la otra parte le añadimos la calabaza y mezclamos todo.
  • Preparamos un molde para el horno y le ponemos papel de hornear para que no se pegue. También se puede engrasar con mantequilla y harina.
  • Vertemos en el molde la masa que contiene la calabaza y extendemos.
  • Vertemos por encima la masa de chococolate y extendemos.
  • Ponemos en el horno precalentado a 180 ºC durante unos 40 minutos o cuando veamos que al pinchar con un tenedor no sale manchado. Esto depende también del gusto y de si queremos que esté blandito por dentro.
Aviso que este tipo de bizcochos tienden a desaparecer muy pronto. ;)

viernes, 3 de noviembre de 2017

Qué ver en Campo de Criptana

El paisaje manchego nunca ha sido de mis favoritos, me gustan más las zonas montañosas y si son con árboles mucho mejor. Pero este paisaje sin duda merece la pena y lo mejor es que no hay que irse muy lejos.

Se trata de Campo de Criptana, en Ciudad Real, donde la casualidad nos llevó un fin de semana de octubre. Y por la cantidad de gente que allí había (gente famosa incluida) se puede decir que es un destino bastante visitado.

Lo que más llama la atención del lugar son sin duda los molinos, aquellos que Don Quijote de la Mancha confundió con gigantes. Los molinos se encuentran en la parte más alta del pueblo, en el Cerro de la Paz y, por supuesto, no están colocados ahí por azar, sino que es una zona en la que las condiciones del viento son muy favorables. Los molinos tienen una serie de pequeñas ventanas en la parte superior, una por cada tipo de viento, de modo que el molinero iba abriendo las ventanas y poniendo un puñado de trigo en la parte del alfeizar para ser empujado por el viento. La ventana en la que hubiese llegado más lejos el trigo empujado por el viento era la candidata para orientar las aspas. Yo no conocía tantos tipos de vientos como nos explicaron. La maniobra de orientación de las aspas se realizaba moviendo el techo del molino, que es giratorio.

En los buenos tiempos hubo más de 30 molinos funcionando a pleno rendimiento, cuya propiedad era de la gente rica del pueblo que eran arrendados a los molineros. En cambio, ahora no queda ni una tercera parte, y sólo uno de ellos funciona con su cometido original, una vez al mes, para deleite de los visitantes.

Cada molino tiene su propio nombre, desde el Culebro, dedicado a Sara Montiel, al Poyatos, donde está ubicada la oficina de turismo. Nosotros pudimos visitar el molino Infanto por medio de una visita guiada y nos contaron muchísimas cosas interesantes acerca del funcionamiento del mismo.


En la misma visita guiada también pudimos ver el Museo dedicado a Sara Montiel y una casa cueva excavada en la roca con sus utensilios originales.

En el centro del pueblo también pudimos visitar la Plaza Mayor, con la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y muy cerca de allí, el Pósito, antiguo almacén de cereales.


Pero si hay algo que destaca en el pueblo es su gastronomía, típicamente manchega. Nosotros lo pudimos comprobar en el restaurante Las Musas, situado justo al lado de los molinos. Podemos dar fe de que las gachas y las migas están espectaculares, por no hablar del cordero asado, que es para hacerle un monumento. El mismo restaurante es una zona de copas para la tarde-noche.



Pues esto es lo que dio de sí el fin de semana, en el que íbamos a ver un espectáculo de humor en muy buena compañía y nos encontramos con un lugar totalmente recomendable para visitar.

viernes, 27 de octubre de 2017

Manualidades para Halloween

Estas son nuestras nuevas manualidades para Halloween, que ya están decorando nuestra casa, junto con todas las que coleccionamos de otros años.

Para hacer las arañas hemos necesitado los siguientes materiales:
  • Macetas muy pequeñas de plástico.
  • Ojos del tamaño que queramos.
  • Limpiapipas negros.
  • Pintura negra.
  • Brocha.
  • Silicona caliente para pegar os ojos y las patas.
Lo primero que hay que hacer es pintar de negro las macetas por dentro y por fuera. En principio las pintamos de témpera pero en una de ellas dimos una capa demasiado gorda y en cuanto se secó, empezó a caerse la pintura. Entonces  la pintamos con pintura negra en spray. 
Una vez seca la pintura, podemos pegar los ojos y las patas, que se harán cortando pequeños trozos de los limpiapipas negros. 


Para hacer las calabazas hemos necesitado lo siguiente:
  • Unos globos inflados según el tamaño que queramos de calabaza.
  • Lana de color naranja.
  • Limpiapipas verdes.
  • Cola blanca.
  • Pincel.
En primer lugar inflamos los globos y damos cola por toda la superficie (este paso lo probaremos con pegamento en barra la próxima vez).
A continuación vamos envolviendo la lana por todo el globo de manera irregular pero sin dejarnos grandes huecos vacíos. Cuando consideremos que hay suficiente lana volvemos a dar cola por toda la superficie del globo. 
Dejamos secar la cola hasta que la lana quede dura. Ojo porque aquí puede ser que el globo se desinfle y entonces no quede la forma de calabaza. Esto es exactamente lo que nos paso con uno de ellos.
Por último, colocamos los trozos de limpiapipas de color verde, simulando que son las hojas de las calabazas. 

viernes, 20 de octubre de 2017

Excursión a Segóbriga y Uclés

Hace un par de fines de semanas hicimos una excursión al "Parque arqueológico de Segóbriga", donde se ubica la antigua ciudad romana de Segóbriga y que tiene también un pequeño museo con las piezas que se han ido encontrando en las excavaciones.

La princesa Zeta y el príncipe A tuvieron la suerte de que hicieron la excursión con sus abuelos y dos de sus tías, que hacía mucho tiempo que no se veían entre ellos.

Hicimos una vista guiada que estuvo muy interesante y entretenida, a pesar del calor que hacía. Nos explicaron que por allí pasaron diferentes civilizaciones y nos enseñaron los distintos edificios que tenía la ciudad en su momento de máximo esplendor. A pesar de que la ciudad sigue enterrada en su mayor parte, pudimos ver el teatro, el anfiteatro, lo poco que queda del circo, el acueducto, las termas, las calles principales y el foro. Y es que la ciudad fue construida para explotar las minas de "lapis especularis" que había a su alrededor, ya que este mineral era muy valorado en la Antigua Roma, utilizándose como el cristal actual.




Durante la vista, el príncipe A descubrió que no le gustaba la "Romanidad", palabra de su cosecha y que resultó ser muy acertada para lo que estaba viendo. Yo descubrí la de veces que un niño de 8 años te puede pedir que le digas números para pasarlos a números romanos. Al parecer era justo lo que estaba dando en matemáticas esa semana y al menos me quedé contenta de lo bien que se lo sabía (mucho mejor que yo).

Durante la visita tuvimos la suerte de que algunas personas de la asociación cultural "Hispania Romana" estaban visitando también el parque e iban caracterizados con vestimentas y objetos de la época, lo cual fue un auténtico plus. 




Por la tarde nos dio tiempo a acercarnos al Monasterio de Uclés, que está muy cerca. Al monasterio también lo llaman "El Escorial de la Mancha", aunque igual exageran un poco. Se trata de un edificio bastante majestuoso, de distintos estilos y que ha tenido diversos moradores a lo largo de la historia, desde la Orden de Santiago hasta campamentos y celebraciones de bodas que se realizan en la actualidad. Con la entrada te dan una audioguía donde te explican toda la historia del monasterio.

Y esto es todo lo que se puede hacer en un día de excursión, además de comer en un restaurante cercano llamado "El Vasco", donde nos sirvieron estupendamente y la comida estaba buenísima.

viernes, 13 de octubre de 2017

Haciendo jabón casero

El pasado verano dio para mucho y pudimos hacer jabón casero, que llevaba mucho tiempo queriendo hacer. Cuando era pequeña recuerdo que en el pueblo se hacía este tipo de jabón, utilizando aceite usado y sosa cáustica, pero hacía tiempo que mi madre no lo hacía. E incluso guardaba el aceite usado para una vecina que lo hacía con mucha frecuencia. Qué mejor manera que esta de reutilizar el aceite que ya no nos sirve.

Como no teníamos ni la receta, mi madre tuvo que preguntarle a una amiga. Los ingredientes que utilizamos para la elaboración de nuestro jabón fueron:

  • 1 litro de aceite usado pero que no esté excesivamente sucio.
  • 345 ml. de agua.
  • 135 gr. de sosa caústica.
  • Esencia que nos guste (opcional).
  • Pétalos de flores (opcional).
Las cantidades indicadas son para un litro de aceite, así que se pueden calcular fácilmente las nuevas cantidades en el caso de tener más aceite. Nosotros utilizamos 3 litros de aceite usado.

Hay que tener en cuenta que la mezcla hay que hacerla en un lugar que esté muy ventilado, preferiblemente en la calle, ya que desprende muchos vapores y nos podríamos intoxicar. 

La elaboración es la siguiente:

  • Verter el agua en un recipiente de plástico lo suficientemente grande para que al remover no nos salpique el contenido. Añadir la sosa cáustica, removiendo para disolverla. Nos daremos cuenta enseguida de que se genera muchísimo calor. Hay que tener cuidado de no quemarnos y de que no nos salpique ninguna gota al batir, ya que es muy irritante.
  • Dejar enfriar unos 5 minutos y verter el aceite, removiendo continuamente durante al menos 15 minutos. Aquí se suponía que la mezcla debería espesar un poco, pero eso no ocurrió, supongo que por la temperatura ambiente, que era alta.
  • Echar la esencia que queramos. Yo tenía un botecito de 10 ml. de esencia de lavanda que compré en Dubrovnik precisamente pensando en utilizarlo cuando hiciéramos jabón. Como hicimos jabón dos veces, ya que la primera creíamos que había salido mal ya que tardaba en espesar, la segunda vez se me ocurrió echar pétalos de rosas que teníamos en el jardín.
  • Seguir removiendo la mezcla cada dos horas más o menos. Al final, aproximadamente a las 10 horas la mezcla empezó a espesar un poco. En ese momento hay que verterla en los moldes donde la dejaremos reposar. Los moldes consistían en una especie de tupper de plástico de modo que la mezlca tenía unos 8 cm de profundidad.
  • Cuando veamos que ya ha endurecido la mezcla, en nuestro caso fue a las 24 horas, cortamos en porciones según nuestro gusto. En este punto también podemos poner nuestra marca de fábrica, la princesa Z decidió poner precisamente la letra Z.
  • En el momento que la mezcla está bastante dura, no parezca aceitosa y no se nos quedan los dedos pegados, sacamos el contenido de los moldes y separamos las piezas para que se sequen, preferiblemente sobre un cartón. En nuestro caso fue pasados al menos 3 días.

Con la cantidad de esencia que le echamos para 3 litros de aceite  (10 ml. de esencia) sólo se notaba un poco el aroma a lavanda. La próxima vez añadiré más cantidad.

Y ahora viene lo mejor, estamos utilizando el jabón para lavar en la lavadora. Para ello sólo hay que rallarlo y echarlo directamente al tambor. Pero ojo porque la cantidad no debe ser muy grande, ya que hace muchísima espuma.

Este jabón también se puede utilizar para lavar heridas y cicatrices después de una operación.



viernes, 6 de octubre de 2017

Sushi casero

Tengo la suerte de que a la princesa Zeta le guste la comida japonesa tanto como a mí. Y tanto le gusta, que prefiere ir a un restaurante japonés antes de que a un sitio de comida rápida, sitio que seguramente elegirían otros niños de su edad. De hecho, ir al japonés es su primera elección cuando decidimos ir a comer fuera.

Hace un tiempo encontramos un restaurante donde lo hacen buenísimo y ya hemos ido unas cuantas veces. Y la verdad se que siempre que hemos llevado a alguien nuevo a este sitio, ha salido muy contento de lo bien que ha comido.

Pero cuando no podemos ir, nos conformamos con hacer los makis y los niguiris en casa, tal como nos enseñó en su momento a hacerlos la tía Raquel. Aunque en este tiempo, igual hemos variado un poco la técnica.

Los ingredientes que utilizamos son:

  • 500 gr. de arroz especial para sushi.
  • 10 hojas de alga nori.
  • 45 ml. de vinagre de arroz.
  • 1 cucharada de sal.
  • 1 cucharada de azúcar.
  • 150 gr. de salmón especial para sushi.
  • 150 gr. de atún especial para sushi.
  • 1 aguacate
  • 1 pepino.
  • 1 zanahoria grande.

Elaboración:

  • Ponemos a hervir el agua y cuando empiece a hervir echamos el arroz. Lo dejamos a fuego medio durante 15 minutos. Apagamos el fuego y lo dejamos tapado unos 5 minutos más reposando.
  • Cortamos el pescado y la verdura en tiras no muy finas, según el gusto.
  • Calentamos un poco el vinagre y disolvemos en él el azúcar y la sal.
  • Extendemos el arroz en una bandeja y vertemos la mezcla del vinagre. Vamos removiendo con una cuchara de madera para que a la vez que se enfría coja el sabor.
  • Extendemos una hoja de alga y ponemos arroz hasta más o menos la mitad, dejándonos un centímetro vacío al principio para poder enrollarla mejor. (Ver foto)
  • Ponemos encima del arroz y a lo ancho de la hoja las tiras de pescado y de verdura. Esto se hace al gusto. (Tenemos que mejorar la técnica para que nos quede el pescado y la verdura en el centro del maki).
  • Enrollamos la hoja empezando por la parte del arroz, donde nos hemos dejado un centímetro libre. Apretamos bien para que no se desmonte. Al llegar al final, para que se quede bien pegada, pasamos por el borde de la hoja el dedo mojado en agua.
  • Cortamos los rollos en las porciones que queramos utilizando un cuchillo de sierra. Nos suelen salir de 8 a 10 porciones por rollo.
Con las cantidades anteriores sale una muy buena cantidad de makis y hasta sobra arroz para hacer niguiris. Vamos, que podemos comer varios días, aunque cuanto más recientes más ricos están. Si se dejan en el frigorífico, es mejor sacarlos un rato antes de comer para que cojan temperatura ambiente, si están fríos no se aprecia tanto el sabor. 

Ah, y mojados un poco en salsa de soja, que no hay que bañarlos dentro, sólo se trata de realzar el sabor.

viernes, 21 de julio de 2017

Aún queda mucho verano

El cogerte vacaciones la primera semana de julio hace que a estas alturas de mes te parezca que aún no has ido de vacaciones. Que no fuiste tú la que estuviste una semana viendo mundo, incluso parte del mundo que no habías previsto ver.

Pues sí, ya hemos disfrutado una semana de vacaciones. Aunque los planes no salieran como teníamos previsto ahí está la experiencia vivida y todos los recuerdos grabados en la memoria. 

Pero aún queda mucho verano y muchas cosas por hacer. Aquí he dejado al príncipe A, en el puerto de Chania (Grecia), frente al Faro Veneciano, pensando qué cosas podemos hacer este verano para recordarlas siempre.

¡Nos vemos en septiembre!

viernes, 14 de julio de 2017

Lenguas de gato

Al parecer a alguien se le ocurrió que era muy buena idea regalarme un libro de recetas por el día de la madre. Para ser sincera, esta vez quería un bolso. En fin, que ya que tengo el libro, qué mejor que sacarle provecho.

Un domingo cualquiera, a eso de las 13:30 se me ocurrió hacer algo del libro y les dejé elegir un postre para el que tuviéramos todos los ingredientes. Antes de comer ya teníamos hecho ese postre, fácil y rápido.

Ingredientes:
  • 50 gr. de mantequilla.
  • 50 gr. de harina.
  • 2 claras de huevo.
  • 1 cucharadita de azúcar avainillada.
  • 100 gr. de azúcar glas.
Elaboración:
  • Reblandecer la mantequilla en el microondas.
  • Añadir el azúcar glas a la mantequilla y batir.
  • Agregar el azúcar avainillado y la harina tamizada a la mezcla anterior y batir.
  • Añadir una a una las claras y seguir batiendo.
  • Poner la mezcla en una manga pastelera con un boquilla lisa. No tiene que ser muy ancha porque la masa luego tiende a expandirse.
  • Ir poniendo las porciones en una bandeja de horno, dejando espacio entre ellas porque se expanden bastante.
  • Hornear a 200 ºC durante 7 minutos o hasta que los bordes estén dorados.
  • Si se quiere se pueden dejar enfriar y espolvorear con azúcar glas. O darles forma cuando aún están calientes.
Creo que se tardó aún menos en comerlas que en hacerlas.


viernes, 7 de julio de 2017

Regalos para bebés

Esta temporada hemos hecho unos cuantos baberos para regalar. Algunos irán a casa del nuevo primo que acaba de nacer.

Los baberos se compran sin bordar en las mercerías y luego ya el motivo variará con la imaginación de cada uno. En nuestro repertorio nunca faltan los patitos y los conejitos. ¡Son tan monos!


 

viernes, 23 de junio de 2017

Decoración con pintura de tiza

Cuando nos ponemos a pintar no hay quien nos pare, sobretodo si tenemos material en cantidades casi industriales. 

Resulta que habíamos encontrado un montón de cajas de fruta y a la princesa Zeta se le ocurrió hacer una manualidad para regalar a unas amigas suyas. Ya de paso se hizo otra para su habitación.

La manualidad consistía en pintar  con pintura de tiza unas cajas de madera y luego añadirles como decoración unas pegatinas de letras y estrellas que teníamos por casa. Creo que tenemos demasiadas pegatinas de letras y estrellas.


Ya de paso, el principe A también estuvo pintando otras cajas de madera que teníamos por casa, además de una cestita que me habían regalado con cosas para el baño y que tenía un color marrón que no pegaba mucho con el resto de la decoración del baño.

Todavía nos quedaba pintura de tiza rosa y verde de otras manualidades, pero para esta ocasión también compramos un bote de color azul. Esta pintura cunde tanto que de hecho aún nos queda de los tres colores.

Para que se fuese más fácil almacenar cosas en las cajas, les hicimos una base que pusimos al fondo de la caja. Esta base la hicimos con un cartón con la forma del fondo de la caja al que le pegamos con cola papel de empapelar que teníamos guardado de cuando se empapelaron las habitaciones de los niños.

viernes, 16 de junio de 2017

Calavera bordada

Después de hacer la cazadora con parches de búhos para la princesa Zeta y la cazadora con parches de calavera para el príncipe A, yo también quería algo parecido para mi cazadora. Estuve buscando parches de calaveras mexicanas pero no me convencían porque eran demasiado pequeños o demasiado feos para mi gusto. Así que me decidí a hacerme mi propio parche.

Para ello busqué un dibujo de calavera mexicana que fuese muy colorido, lo imprimí y dibujé el contorno de todos los detalles a lápiz en una tela blanca que tenía por casa.

Lo siguiente fue ir bordando cada detalle. El bordado me costó bastante tiempo porque solo podía dedicar ratos cortos a ello. Aquí me dí cuenta de que no veo ya ni enhebrar una aguja, es lo que tiene la edad.

Una vez bordado hay que pegarle con una plancha la fliselina de doble cara. Después se recorta y se vuelve a pegar con la plancha donde queramos ponerlo definitivamente, en mi caso en una cazadora vaquera. 

Por último, para evitar que se pueda despegar, cosí a punto festón todo el contorno.

Esta es una de las manualidades que más trabajo me ha costado esta temporada. Y lo bien que me va a venir esta cazadora para las noches fresquitas que tenemos por aquí. ;)

viernes, 9 de junio de 2017

Los ocupas han vuelto

El año pasado tuvimos unos pajarillos ocupas en nuestra terraza, pero la cosa no salió muy bien, algo tuvimos que hacer mal porque abandonaron sus huevos.

Este año, más o menos a finales de abril, vimos que en la terraza de la cocina había por el suelo muchas plumas, pelo, pajas y otros materiales de construcción de nidos. Con esas pistas, se nos ocurrió mirar en la maceta vacía que tenemos en lo alto de la estantería, que es en la que el año pasado pusieron huevos los pajarillos ocupas. No habíamos llegado a quitar de ahí la maceta, quizás con la esperanza de que nos dieran una nueva oportunidad y nos volvieran a visitar. Estaba claro, los pajaros volvían a construir su nido ahí, incluso los veíamos entrar y salir por entre las lamas de la ventana.

A los pocos días, veíamos que no seguían construyendo su nido, pero sí que estaban dentro de él porque cuando abríamos la puerta salían volando asustados. Fue entonces cuando vimos que habían puesto 4 huevos y los estaban incubando. A los pocos días ya había 5 huevos. Aprovechábamos a mirar cuando no estaban y con mucho más cuidado que el año pasado porque no queríamos estropear nada.

Al poco tiempo nos enteramos de que los pájaros en cuestión eran gorriones y que se trataba de una pareja. Estuvimos buscando información al respecto y resulta que estos pájaros viven en pareja y pueden incubar varias tandas de huevos a lo largo de la temporada. Ya distinguíamos claramente quién era el macho y quien la hembra y veíamos como se turnaban para incubar sus huevos. También supimos que los huevos eclosionarían en menos de 2 semanas. Teníamos mucho miedo cada vez que salíamos a la terraza por si se asustaban y volvían a abandonar el nido. Lo cierto es que era alucinante comprobar que se iban del nido asustados cuando salíamos pero se esperaban fuera en un muro que hay en la urbanización y volvían en cuanto sentían que ya no había peligro.


De pronto aparecieron varias pistas que nos indicaron que algo había pasado con los huevos: vimos a los padres llegar con algo en el pico y descubrimos que había una cáscara de huevo en el suelo. Como no podíamos más de la emoción tuvimos que mirar a ver qué había pasado. Resultó que los gorriones habían nacido. Solo se podía distinguir que eran pequeñísimos, no tenían plumas y estaban cubiertos en algunos sitios por una especie de pelo fino. No podíamos saber cuántos eran en ese momento. Pero sí nos dimos cuenta de que debían tener mucha hambre porque los padres no hacían más que ir y venir con comida.

A la vuelta de un fin de semana que estuvimos fuera, descubrimos que algo no iba bien porque había un pajarillo muerto tirado en el suelo, a cierta distancia del nido como para pensar que se había caído él solo. Dedujimos que este pájaro había muerto hacía poco tiempo porque ya no era recién nacido y los padres lo habían sacado del nido. Dos días después vimos otro pajarillo colgando por fuera de la maceta. Este sí que era recién nacido, por lo que supusimos que llevaba muerto desde el principio y los padres lo habían sacado para mantener a los otros 3 sanos y salvos. Nos dio mucha pena, pero son las cosas que pasan en la naturaleza.

Durante un tiempo, los padres no hacían más que entrar y salir con comida. Se veía claramente qué tipo de comida traían: insectos, larvas, arañas. Nos daba cosa tender la ropa en nuestro tendedero por si se ensuciaba con esos bichos, pero nunca hemos notado nada. En muchas ocasiones coincidía que estábamos tendiendo la ropa cuando venían con la comida y entonces ellos se esperaban fuera, apoyados en las máquina del aire acondicionado. Pero a los pocos segundos volvían a intentar entrar de nuevo. Tantas veces lo intentaban que lo que ya hacíamos era salirnos de la terraza para que no se asustaran y que llevasen la comida al nido. Cuando veíamos que se iban, continuábamos con nuestra tarea.  En los últimos días ya no se asustaban tanto cuando estábamos fuera.

Con mucho miedo, cada 3 o 4 días íbamos mirando el nido para ver su evolución. Vimos cómo crecían de rápido y se iban llenando de plumas, cómo empezaban a piar y lo hacían cada vez más fuerte. Y sobretodo nos dimos cuenta del gran trabajo que hacían esos padres para alimentarlos.

La última vez que se me ocurrió mirar el nido, a las tres semanas de eclosionar más o menos, ví que habían crecido muchísimo. Me dí cuenta de que sólo había 2, algo había pasado. Me dispuse a hacerles una foto y de repente uno salió volando y se metió hacia la cocina. Del susto llamé corriendo al príncipe A y a la princesa Zeta para contárselo y además para que lo buscaran porque yo no lo veía por ningún sitio de la cocina. Resulta que se había metido debajo del armario de la entrada. Lo recuperaron y al intentar dejarlo de nuevo en el nido, el otro voló también y se escondió en la estantería, entre las cosas que allí se almacenan. ¡La que habíamos liado!

Lo que sucedió a partir de ahí fue que solo conseguimos volver a dejar uno dentro del nido y en su sito de nuevo. A los pocos segundos se subió desafiante al borde de la maceta y desde allí nos observaba, creo que incluso riéndose de nosotros. Y encima no se le ocurrió otra cosa que volar hasta detrás de la lavadora. En ese momento llegó la madre con comida y vio que sus polluelos no estaban en el nido. Miraba hacia el sitio donde se oía piar al pajarillo pero tampoco hizo nada por buscarlo, creo que estaba más preparada que nosotros para esa situación.

No sabíamos muy bien qué hacer e incluso pensamos en mover la lavadora para sacarlo, pero la princesa Zeta que observaba detrás de las cortinas nos dijo que ya había salido él solo. En ese momento vimos que era cierto, se estaba acercando andando por el suelo hacia la parte de la pared donde están las lamas. Después de la que habíamos liado, queríamos cogerlo para volverlo a dejar en el nido pero de repente, se escabulló por entre las lamas y ¡voló!.

Suponemos que sus hermanos ya hicieron lo mismo antes que él porque no los hemos vuelto a ver ni a escuchar. Los padres tampoco han vuelto al nido.

Y esta es nuestra bonita historia de segundas oportunidades. Tenemos una gran alegría por haber conseguido esta vez que los huevos sí salieran adelante y una gran tristeza por tener ahora un nido vacío. Pero, ¿quién sabe?, igual al año que viene nos vuelven a elegir.