viernes, 18 de diciembre de 2015

Un domingo en las carreras

Uno de los retos que tenía para este año era el de correr una carrera oficial de 10 kilómetros. Y por fin puedo decir que lo he conseguido. Bueno, realmente he corrido dos carreras de 10K en el último mes, pero una de ellas era un reto personal que tenía desde hace tiempo. Se trata de la carrera popular villa de Aranjuez, a la que llevo yendo de acompañante muchos años y este año, por fin me decidí a participar.

No puedo decir que fuera fácil porque corrí con dolor en el pie todo el tiempo, pero lo peor fue al terminar, que no podía andar. Es difícil de entender, sí, en la vida me hubiese imaginado eso de aficionarme a correr, y menos aún correr con dolor, pero en ese punto de locura estamos.

La carrera estuvo genial porque todo acompañó (hasta el dolor). El ambiente genial, como siempre. El tiempo buenísimo, siempre que hemos ido ha hecho muchísimo frío, pero esta vez hizo incluso demasiado sol al final, menos mal que me había echado protector solar. Además, hasta la familia se animó a acompañarnos. Por no hablar de los ánimos por parte de mi compañero de carrera, impagables.

Pero la mejor parte, sin duda, fue entrando a meta, y no sólo porque ya acabase la carrera, sino porque el príncipe A, que quería entrar corriendo conmigo, me cogió de la mano corriendo y me dijo que porqué habíamos tardado tanto. Se le hizo larga la espera al pobre, es lo que tiene estar en el pelotón de los lentos. ;)


viernes, 11 de diciembre de 2015

El tendedero de Papá Noel

Es plena época de buscar los adornos navideños para decorar la casa. Este año hemos hecho algo nuevo que encontramos en este blog de manualidades. Aunque está diseñado para hacerlo sobre fieltro, se adapta perfectamente a hacerlo en papel o en cartulina, como es nuestro caso.

Utilizaremos los siguientes materiales:

  • Patrón de la ropa (lo descargamos del blog anterior).
  • Cartulinas roja, negra y blanca.
  • Tijeras
  • Pegamento en barra.
  • Lápiz para contornear las piezas.
  • Rotulador negro para hacer los botones.
  • Una cuerda fina.
  • Unas pinzas de madera pequeñas.
  • Cinta adhesiva para pegar la cuerda.

Es necesario imprimir el patrón y recortar todas las piezas. Contorneamos las piezas recortadas en la cartulina adecuada según el color. Hay que tener en cuenta el número de piezas necesarias, de algunas necesitaremos dos piezas. Después pegamos unas sobre otras, dibujamos los botones y la ropa está lista.

Sólo nos queda poner la cuerda y colgar cada pieza con su pinza. Papá Noel ya tiene tendida su ropa en nuestra casa.


viernes, 4 de diciembre de 2015

Cuevas del águila y museo de las abejas

El mes de octubre aprovechamos para hacer una excursión por la provincia de Ávila. Una de los sitios donde estuvimos fue en las Cuevas del Águila (también llamadas Grutas del Águila). Están situadas en Ramacastañas, a 9Km de Arenas de San Pedro. 

Se trata de una cueva de origen calizo, muy similar a otras que ya habíamos visto. Nos pareció algo cara, por mucho que digan en su página web que son "las más baratas de España". El caso es que había muchísima gente para entrar.

Sí es cierto es que se aparca fácilmente, en tierra, eso sí, que estaba lloviznando y nos manchamos los pies de barro. En el mismo lugar hay un restaurante, aunque no comimos ahí, ya que teníamos otros planes. 
Cuando terminamos la visita, nos fuimos a comer a Arenas de San Pedro, y allí tuvimos la oportunidad de probar las "patatas revolconas", que tuvieron tanto éxito que ya las hemos hecho en casa y nos han salido muy buenas.

Pero lo mejor del día vino por la tarde. Buscando información de la zona para preparar una excursión de un día entero, me topé con un lugar llamado "el aula-museo de las abejas". Se encuentra en Poyales del Hoyo, cerca de Arenas de San Pedro.

Se trata de una casa en la que han habilitado un aula, aunque también cuenta con una pequeña tienda. Pero es que el aula cuenta, separados por cristales, con tres enjambres naturales, uno de ellos con más de 60.000 abejas.

Estuvimos dos horas escuchando las explicaciones de Gerardo y los vídeos grabados por él. Pero para nada resultó aburrido, sino todo lo contrario, interesante y divertido. Los niños estaban con la boca abierta. Aprendimos muchísimas cosas acerca de la organización social de las abejas, cómo trabajan, cómo se defienden de los intrusos, como se dicen unas a otras dónde está la zona buena para recolectar polen y néctar, cómo se crean nuevos enjambres, quién elije a la reina, etc. Pero sobretodo, lo importantes que son para la vida de nuestra especie, ya que son las culpables de la polinización.

Sin duda uno de esos sitios que resulta ser mucho mejor de lo que te esperas.




viernes, 27 de noviembre de 2015

Calendario de adviento Navidad 2015

Otro año más nos hemos entretenido en hacer un calendario de adviento. Y este año con más colaboración que nunca. La familia lleva un año dándome los cierres de los paquetes de toallitas húmedas. Vamos, que podríamos hacer más de un calendario.

Este año hemos utilizado:

  • Los cierres de los paquetes de toallitas húmedas.
  • Pintura en aerosol para pintarlos de rojo.
  • Cintas adhesivas, cintas de tela para lazos, estrellas, etc.
  • Goma eva en tamaño cartulina.
  • Pistola de silicona caliente para pegarlas en la goma eva.
  • Post-it para poner las sorpresas.

Por suerte sólo hemos tenido que comprar la plancha de goma eva, todo lo demás estaba por casa.
El príncipe A me ha sorprendido por lo bien que se le ha dado lo de colocar los números. Y la princesa Zeta es la que ha estado discurriendo sobre qué sorpresas le gustaría tener, que corta no se ha quedado con eso de "visitar Nueva York".
Y es que a los dos les encantan las manualidades, por suerte para mí.


Y así de chulo nos ha quedado este año nuestro calendario de adviento:


Sólo hay que levantar la tapa con mucho cuidado y ver la sorpresa que nos depara el día.

viernes, 20 de noviembre de 2015

El hábito de leer

De pequeña leía un montón, recuerdo haberme leído un montón de veces un libro que me trajeron los Reyes Magos con la inestimable ayuda de mis tíos maternos. Era una recopilación de los cuentos de Andersen, que me encantaban. Pero cualquier cosa me valía, desde folletos de viajes o revistas del corazón a libros de ciencia, de los que no entendía una palabra.

Ahora leo muy poco en formato papel. Por una razón evidente, la falta de tiempo. Hasta el punto de que las revistas del National Geographic las leo con muchos meses de retraso. Por no hablar de los libros, que me duran un montón. Como para atreverse con uno de mil páginas. Aunque cuando veo un libro que me interesa lo compro, con la esperanza de leerlo algún día. Del libro electrónico mejor no hablamos porque no me gusta nada ese formato.

El hábito lector es muy importante adquirirlo de pequeño. Y qué difícil, por no decir imposible, es inculcarles a los niños este hábito. Vamos, que si no sale de ellos mismos el querer leer, obligarles puede hacer que terminen odiándolo. Considero que es un punto muy importante para adquirir el hábito lector es ver a los padres leer. Si tus padres leen, es probable que te pique la curiosidad y empieces a leer libros por tu cuenta, no sólo los que te mandan en el cole. Por eso es hay que buscar libros que a ellos les gusten, por muy tontos que nos puedan parecer. Después de esos seguro que irán otros. 

Y en esas de buscar nuevas lecturas estábamos, cuando me acordé de una estantería que aún tenía los libros de cuando mis hermanos pequeños iban al colegio. He dicho tenía porque ya nos los tiene, los cogí prestados por un tiempo. Ahora están adornando nuestra estantería, esperando su turno para ser leídos por la princesa Zeta y el príncipe A, que están ahora enfrascados en las aventuras de Gerónimo Stilton. Prometemos devolverlos a sus legítimos dueños, o a los hijos o hijas de éstos. ;)


viernes, 13 de noviembre de 2015

Recogiendo nueces

Como dice la canción que hemos escuchado una y otra vez estos días:"Otoño llegó, marrón y amarillo, otoño llegó y hojas secas nos dejó ". El campo no puede estar más bonito estos días, con esos colores tan preciosos que sólo el otoño trae. Aunque la temperatura no ha sido nada normal. Al menos este último fin de semana, menudo calor hemos pasado.

Como es normal para la época, estuvimos recogiendo nueces. Y fue muy curioso porque  casi todas seguían en el árbol, cuando lo normal es que estuvieran ya en el suelo. En cambio, el suelo estaba lleno de hojas y en las ramas apenas quedaban. Con lo cual, era muy difícil encontrar las nueces entre el montón de hojas una vez que habían caído por efecto de la vara del abuelo.

Pero no fue gran problema para el príncipe A, que casi llenó su cesta. En cambio, la princesa Zeta estaba más por otras labores, como buscar nueces raras. Es curioso, pero el árbol que recogimos, da nueces que no tienen dos mitades, sino que se podrían separar en tres partes. 

En lo que sí se pusieron de acuerdo el par de dos fue en aprovechar que yo estaba hablando por teléfono para subirse por los cerros. Según ellos, desde allí las vistas eran mejores. Y es que la cabra siempre tira al monte. ;)


viernes, 6 de noviembre de 2015

Diseñando dispositivos móviles

Que tiemblen los diseñadores de dispositivos móviles porque ha llegado a la ciudad la princesa Zeta. Desde este momento hay un antes y un después en las utilidades que nos puede ofrecer un ordenador portátil.

Que tenemos la necesidad de conectarnos con una persona en la tierra, pues pulsamos un botón. El botón azul concretamente, nos hará conectarnos con ella. Pero ojo con pulsar el botón rojo, que entonces lo que haremos será dispararle un misil.

Como veis, el portátil viene completito.


Pero también se atreve con el diseño de teléfonos inteligentes.


Y, por supuesto, con las tabletas.




viernes, 30 de octubre de 2015

Decoración Halloween

Este año hemos aprovechado el huerto de la abuela para hacer la decoración de Halloween. Que sí, que será una fiesta extranjera, pero si es la excusa para hacer cosas nuevas de cocina o de manualidades, bienvenida sea la fiesta.

Pues como decía, nos pasamos por el huerto a recoger calabazas para hacer un centro otoñal y de paso renovar las que ya teníamos del año pasado. Son tan chulas que decoran solas.

Las que quitamos viejas las pintamos con espray de pintura naranja, para que quedasen aún más naranjas. Después de dejar secar la pintura, les dibujamos unas caras terroríficas con un rotulador permanente.


¡Feliz y terrorífico Halloween!

viernes, 23 de octubre de 2015

Dinópolis y Teruel

Hace cuatro años, por esta época, estuvimos en Teruel. En primer lugar, el destino elegido fue Dinópolis, ya que en aquel momento (y a día de hoy) la princesa Zeta es una fanática de los dinosaurios. Pero luego resultó que la ciudad también nos gustó mucho.

Eso sí, la carretera de acceso desde Cuenca deja mucho que desear y me acuerdo que dije que hasta que no hubiera autovía no volvía. Pues como suele suceder, el pasado fin de semana hemos vuelto a ir.

Bien es cierto que esta vez la cosa ha sido diferente. No hemos hecho todo el viaje del tirón y eso ha ayudado bastante. El paisaje que se veía desde el coche era precioso, con los colores de otoño. Pero la carretera estrecha y el montón de curvas siguen estando.


Creo que nos hemos convertido en expertos en Dinópolis. Nos conocemos todas las atracciones y sobre todo las medidas que hay que tener para acceder a ellas. El príncipe A se quedó con ganas de entrar a una de ellas porque no daba la talla. Y eso que él insistía en medirse una y otra vez, pero nada, que la cosa seguía igual por muy de puntillas que se pusiera. Incluso lo perdimos de vista a la salida de una representación en el teatro, con momento de nervios incluido. Pero allí estaba él, tan tranquilo volviéndose a medir otra vez.

Una de las cosas que más les llamó la atención la primera vez fue una atracción para desenterrar huesos de dinosaurio. La princesa Zeta se pasó un buen rato escarba que te escarba. Pero creo que ahora le ha gustado más el laboratorio donde trabajan con los fósiles. Todavía está en la fase de querer ser paleontóloga de mayor.


La ciudad de Teruel es pequeña pero muy bonita. Con calles estrechas por las que perderse pero que irremediablemente te llevan a la catedral. Y con altos edificios de estilo mudéjar que sobresalen por encima de los demás. No hay que perderse la plaza del Torico para saber por qué la llaman así. Y tampoco el mausoleo de los amantes de Teruel, con ese mármol blanco que impresiona mucho.

Un encanto de ciudad a la que igual volvemos en cuanto el príncipe A haya crecido unos centímetros. ;)

viernes, 16 de octubre de 2015

Magdalenas de chocolate y nubes

Rizando el rizo de cómo hacer más dulce algo de por sí ya dulce, hemos llegado a esta receta que encontré en este blog de cocina tan chulo. Y es que se pueden añadir nubes a las dulces magdalenas de chocolate. Que por cierto, toda la vida he llamado esponjas a las nubes, pero esta es otra historia.

Pues aquí vamos con los ingredientes:

  • 70 gr. de mantequilla.
  • 275 gr. de harina.
  • 6 cucharadas de cacao en polvo.
  • 3 cucharaditas de levadura.
  • 85 gr. de azúcar.
  • 100 gr. de chocolate en virutas.
  • 50 gr. de nubes.
  • 1 huevo.
  • 300 ml. de leche.

La elaboración empezó muy bien porque los pinches estaban muy concienciados con el tema. Al príncipe A le tocó partir el chocolate, pero enseguida se cansó y se fue, así que lo terminé yo. La princesa Zeta se  puso a partir las nubes en trocitos pequeños, acabando su misión como debe ser.

A partir de aquí, mezclamos por un lado todos los ingredientes líquidos: la mantequilla pasada por el microondas, el huevo y la leche. Y por otro lado, todos los ingredientes sólidos: la harina, el cacao, la levadura, el azúcar, el chocolate y las nubes. Después los unimos todos en un bol grande.

A continuación vamos echando la masa en moldes de silicona para magdalenas.  Los tenemos tanto individuales como de los que vienen para 6 magdalenas a la vez. Las metemos en el horno durante unos 20 o 25 minutos a 180ºC. El horno debe estar precalentado.

Cuando las saquemos del horno, las dejamos enfriar unos 5 minutos antes de desmoldarlas. Una vez desmoldadas, las dejamos enfriar sobre una rejilla. Y para que queden más presentables, las podemos colocar en moldes de papel.

El resultado no podía estar más bueno.


viernes, 9 de octubre de 2015

Recogida de castañas

Esa mañana nos habíamos levantado las primeras para ir a comprar el desayuno. Yendo hacia la panadería nos encontramos, esparcidas por la acera, un montón de castañas que parecían recién caídas de los árboles. La princesa Zeta empezó a recoger todas las que veía, pero se dio cuenta de que era misión imposible cuando ya no le cabían más en las manos. Entonces decidió llenar también mis bolsillos.

Así que al volver a casa, aprovechando que la prima "princesa Ygriega" quería ir al "carque", cogimos unas bolsas de plástico para ir a recoger más castañas. Creía recordar que en ese parque había muchos castaños. Lo cierto es que el parque estaba lleno de castañas aparentemente recién caídas.

Y vaya si recogieron castañas. El príncipe A tuvo que cargar a su padre con la bolsa que llevaba de lo que la había llenado.


Y ahora tenemos un montón de castañas en casa, con una pinta buenísima, que ni siquiera sé si son comestibles. 

Algunas ya las hemos utilizado para hacer manualidades. Hemos cogido la castaña (iba a poner que hemos cogido una castaña, pero me sonaba mal), le hemos clavado unas patas de araña hechas con limpiapipas y le hemos pegado unos ojos. Creo que como decoración de Halloween nos va a venir genial.

sábado, 26 de septiembre de 2015

Bienvenidas las nuevas princesas

Ayer llegaron a la familia dos nuevas princesas: la princesa Te y la princesa Ele. Menuda alegría mezclada con menudo susto cuando nos enteramos de que eran dos. Los que los hemos tenido de uno en uno sólo nos podemos imaginar la locura que puede ser criar a dos a la vez.

Pero lo mejor vino al saber que eran dos niñas. La princesa Zeta se puso especialmente contenta, que ve cómo va aumentando el número de primas frente al de primos.

Parece mentira que esos hermanos pequeños, a los que les has cambiado los pañales y les has dado biberones, ya tengan sus propios hijos. Y encima sean tan valientes de traerlos de dos en dos. ;)

Así es la vida, nos hacemos mayores por momentos. Dentro de nada estarán sentadas en la mesa grande y haciendo tonterías con el resto de los primos. Pero hasta entonces, a los padres les quedan unos agotadores primeros meses que hay que disfrutarlos a tope porque nunca volverán.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Lo habrás soñado

El príncipe A estaba la otra noche lloriqueando en su habitación porque había sido castigado:

-Yo también quiero ver los dibujos, como la princesa Zeta.
-Ya. Es que tú estás castigado. ¿No te acuerdas?
-No, ¿por qué?
-Pues porque has estado haciendo burla mientras los demás hablan y después de decirte que no lo hicieras, has seguido igual.
-No, ¡qué va, mamá! Lo has debido soñar.


viernes, 11 de septiembre de 2015

Hay un triceratops en nuestro baño

Tenemos un nuevo inquilino en casa, que se ha instalado en nuestro cuarto de baño. Se trata de un triceratops con cara de pocos amigos.

Esta idea la vi en un blog muy chulo y me pareció muy original para poder dejar los cepillos de dientes. Los cepillos de los niños parece que tienen vida propia y siempre están por todos lados menos en su sitio. A ver si ahora se animan a dejarlos siempre colocados.

Lo primero que hemos hecho es elegir un dinosaurio de tamaño suficiente y que se sujetase bien de pie. Le hemos hecho varios agujeros con un cuter y lo hemos pintado con pintura en spray de color naranja, que es la que nos combina. Por último, le hemos dado una capa de barniz, también en spray.

A ver cuánto tiempo se quiere quedar con nosotros. ;)


viernes, 4 de septiembre de 2015

Mermelada de zarzamora

No hay como madrugar un día de vacaciones para ir a recolectar moras y llegar a la zarza y que se te hayan adelantado. Pues eso pasa en mi pueblo, no sólo con los árboles que están en tierra de nadie, a veces, incluso con los que son de uno mismo. 

Y eso me pasó a mí, que fui a una zarza donde había estado un par de días antes y estaba repleta, pero el día que fui a recoger unas pocas para hacer mermelada, como dirían en mi pueblo: "ahí estaban, para mí". 

Menos mal que mi madre se conocía otro sitio y al final, con piernas arañadas incluidas, pudimos recoger unas cuantas para hacer mermelada y otras pocas para congelar y hacer batidos o echar o los gin tonics, según se tercie.


Estos son los ingredientes que utilizamos para hacer la mermelada, que aunque fue la primera vez, nos salió bastante rica:
  • 1300 gr. de zarzamoras.
  • 900 gr. de azúcar.
  • 50 cl. de agua.
Elaboración:
  • Lavamos bien las moras para quitar la suciedad que puedan tener. Las dejamos como 20 minutos en agua y luego fuimos cogiendo puñados pequeños y pasándolas por debajo del grifo.
  • Ponemos en una cacerola las moras, el azúcar y el agua. Vamos removiendo y cuando empiece a hervir bajamos el fuego. Lo tenemos cociendo 30 minutos, removiendo de vez en cuando. Apagamos y dejamos enfriar un poco.
  • Pasamos la mezcla por el pasapurés para dejarla más fina y quitar casi todas las semillas.
  • Embotellamos en botes del tamaño que queramos. Previamente los hervimos para dejarlos lo más limpio posible. Nosotros rellenamos 12 de los pequeñitos que venían con mermelada y otros 4 un poco más grandes. Cerramos la tapa bien fuerte.
  • Para conservarlos durante un tiempo, los cocemos al baño maría, poniéndolos en una cacerola cubiertos de agua e hirviéndolos durante 20 minutos.
Y ahora podemos decir, tras probar la mermelada, que la cosecha del 2015 ha sido buena, buena.

viernes, 21 de agosto de 2015

Punto de cruz

Creo recordar que fue a los 9 años cuando hice mi primer trabajo de punto de cruz. Y quien me enseñó fue "doña Mari", una maestra que teníamos en la escuela y que nos daba clases de costura. Pero no de costura de la de corte y confección, que creo que me hubiese venido mejor, sino costura en punto de cruz.

En aquella época de colegio, como se me daba bastante bien, hice muchas cosas que aún tengo guardadas y que no he utilizado nunca. Ahora sólo hago este tipo de cosas, muy de vez en cuando, para hacer regalos.


Y en esas estaba, buscando en internet algo que me gustase para hacer un regalo, cuando a la princesa Zeta se le ocurrió que también quería aprender a hacer punto de cruz. Así que le dí un trozo de tela, aguja e hilo y se puso a ello. La pobre se creía que lo de hacer cruces era coser y cantar, nunca mejor dicho. Y se enfadaba mucho cuando las cruces no salían bien.Y es que en los trabajos manuales, la paciencia es la madre de la ciencia.

Como lo de hacer cruces en tela parece que no le gustó mucho, se pasó a hacer en una hoja de cuadros, una muestra que le había gustado. 

Por mi parte, tras elegir colores y diseños, me puse con la labor y la terminé en un periquete. El regalito fue entregado y parece que gustó mucho. Así que, pronto tendremos en la familia a dos nuevas princesas con sus dos nuevas capas de baño. ;)




viernes, 14 de agosto de 2015

La cebra soñadora

Esta es la historia de una cebra que soñaba ir a una carrera de caballos. Pero claro, con ese look carcelario, lo tenía bastante complicado. :)


lunes, 3 de agosto de 2015

Sustos de medianoche

Antes de ser madre y los primeros años de serlo, tenía un sueño muy ligero. Antes de ser madre y desde pequeña, me he despertado con una mosca que pasase volando a mi lado. Lo cual es un auténtico fastidio. Y cuando ya fui madre, me despertaba justo antes de que mis hijos pusiesen un pie en el suelo.

Afortunadamente tampoco me ha costado nunca dormirme. Yo me duermo según pongo la cabeza en la almohada. Que digo yo que para qué vas a esperar más, cuando se trata de dormir no hay que perder más tiempo.
Pero en los últimos años, las cosas han cambiado para bien. Para bien porque ya no me despierto tan fácilmente, que aunque una tenga facilidad para volver a dormirse, es un fastidio que te despierten cuando estás tan a gusto durmiendo.
Se ve que el cuerpo se adaptada después de estar sufriendo una tortura china durante dos años, justo los dos primeros años de vida del príncipe A. Ahora lo veo con perspectiva y, como siempre nos ocurre a las madres y si no se habría extinguido la especie, nos olvidamos del dolor sufrido. Quien dice del dolor dice de las noches en vela teniéndote que levantar cada hora porque tu hijo llora. Que el pobrecito no tenía culpa de nada pero qué alegría la noche que durmió del tirón. Así que ahora ya no me despierto tan fácilmente cuando alguno de los dos se levanta a medianoche para pedir algo. Ellos llegan sigilosamente a mi cama y yo no me entero hasta que veo una sombra aproximarse hacia mí y me llevo un susto de muerte. Más o menos el susto que se deben llevar los vecinos con mi chillido, porque una cosa no, pero cuando me asusto lo hago de verdad. Y más o menos como el que se lleva el que ha osado venir a despertar a la loca de su madre a esas horas. 

viernes, 31 de julio de 2015

Robots 2.0

Las tardes de verano dan para mucho y el aburrimiento agudiza la imaginación. Eso le pasó a la princesa Zeta que decidió hacer otro robot. Digo otro porque ya lleva un montón de robots hechos este año, entre los que hace en casa y el que hizo en el colegio.

Y mientras yo intentaba, sin conseguirlo, terminar un cuaderno de viajes, ella no hacía más que pedirme materiales para su robot: papel de aluminio, tubos de cartón, cajas, botes, pegamento y lo que se le iba ocurriendo.

Además, bien por ella, no se puso simplemente a pegar cosas y ya está. Primero dibujó en un folio cómo quería que fuese su robot. Planificación ante todo, que si no, luego sale lo que sale.


Cuando ya estaba terminando el robot, al que llamó 2.Z, llegó su hermano que, cómo no, también quiso hacer un robot.

Así que, ni corto ni perezoso, el príncipe A fue a su armario, cogió una caja de zapatos y se puso al lío. Pero las cosas no eran tan sencillas como él pensaba. Su hermana tuvo que ayudarle a hacerlo. Menos mal que él se dejó ayudar. Y de la nada, apareció otro robot llamado 2.A. Según ellos, en la tele todas las cosas se llaman dos punto algo.

Y ahora en casa tenemos dos robots más y un rollo de papel de aluminio menos. ;)

lunes, 27 de julio de 2015

La isla de Tabarca

La isla de Tabarca es uno de los sitios a los que últimamente vamos todos los años. Es una reserva natural marina por la diversidad de su flora y su fauna y está a unos 8 km de Santa Pola.

En barco, o mejor dicho en catamarán, se tarda unos 25 minutos, incluidos unos 5 durante los que hace una parada, justo antes de llegar al puerto, para que los turistas puedan ver el fondo marino. Aunque el precio es bastante caro: 15 euros ida y vuelta los adultos y 10 los niños, siempre nos han hecho algún tipo de descuento debido a la competencia entre las compañías que hacen el recorrido.

El primer año que fuimos no sabíamos muy bien que esperar. En el pueblo sólo había una pequeña playa con arena, tumbonas y sombrillas. Lo realmente bonito lo encontramos caminando unos cuantos metros (la isla no tiene ni 2 km en su parte más larga). Orillas de algas secas que se te pegan a los pies mojados y fondo marino con piedras y algún banco de arena pero lleno de peces y de plantas.

Pues este primer año no había mucha gente y gran parte de la gente que había estaba haciendo snórkel. Así que al siguiente año nos fuimos pertrechados con las gafas, el tubo para bucear y las zapatillas para no fastidiarnos los pies al pisar las piedras. Y el panorama cambió bastante.


Los niños aprendieron muy rápido a respirar por el tubo y nos pasamos casi todo el tiempo dentro del agua viendo el fondo marino.

El año pasado vimos por primera vez un pez que no tengo ni idea de cómo se llama pero que su piel se confunde con la arena del fondo, por lo que es muy difícil verlo. Así que nuestra primero misión de este año ha sido buscar este pez. Y hemos tenido mucha suerte porque la princesa Zeta vio uno enseguida, que por más que me lo señalase, yo no conseguía ver. Más tarde vimos muchos más.

Aunque la gran suerte de este año es que hemos ido con los tíos y los primos y nos lo hemos pasado genial. Lo malo es que había muchísima gente y no se disfrutaba igual del paisaje.

Otra misión que cumplen todos los años las princesa Zeta y su padre es ir a explorar un islote cercano. Yo lo he intentado varias veces, pero llega un momento en que las algas llegan hasta la superficie del agua y es superior a mis fuerzas pasar por ahí. A ver si lo consigo algún año.


En la isla hay muchos sitios para comer, yo diría que demasiados. En cuanto llegas a la isla, aparecen los "relaciones públicas" de los restaurantes para darte su publicidad. Y como hay que pasar por la puerta de un montón de ellos para llegar a la parte de la isla donde vamos nosotros, en cada sitio te aconsejan dejar el sito reservado. Pero vamos, que no hace ninguna falta, siempre hay sitio de sobra para comer, aunque fuésemos ocho, como este año.

Lo que siempre hemos hecho es comer en el mismo sitio, no sé por qué, el caso es que aunque siempre decimos que vamos a probar en otro sitio, acabamos comiendo ahí. Lo que sí hemos cambiado este año ha sido el menú. Nos hemos aventurado a probar el caldero, que es el plato típico de la zona. Lo curioso del plato es que te sirven primero una bandeja con el pescado y las patatas con las que han hecho el caldo y por último te sirven el arroz. La verdad es que estaba buenísimo, todos los niños repitieron.

Después de comer, y con todo el calor que hace y el añadido por la sangría que nos bebemos, nos vamos a dar un paseo hasta la otra punta de isla, atravesando el pueblo. Sólo hay que coger una calle porque el pueblo es una cuadrícula de calles y es tan pequeño que no hay pérdida.

Y antes de la vuelta, mientras algunos nos tomamos un café granizado, otros se toman un helado. Aunque este año alguno se ha quedado con las ganas del frigopié. Según nos dijeron, no pueden traer helados que no sean de hielo porque se les descongelan antes de llegar. Pues no quiero ni pensar qué había pasado el año anterior con el que se comió el príncipe A.

viernes, 24 de julio de 2015

Qué poco dura lo bueno

Este año, las vacaciones de verano se están viendo reducidas a su mínima expresión. Pero tampoco no está sentando mal del todo, ya que la culpa la tiene el viaje que hicimos a Estados Unidos en primavera. Así son las cosas, no se puede tener todo.

Desde hace varios años vamos al mismo sitio de playa, Guardamar del Segura. Algo tiene que ver que los abuelos se compraran un piso allí. No se puede desaprovechar el alojamiento gratuito, entre otras facilidades. Es un lugar donde hay muchísimo turismo familiar, tanto nacional como extranjero. Es un sitio pequeño pero bastante agradable para pasar las vacaciones playeras.

Además, ha sido la primera vez que hemos dejados a los niños solos con los abuelos. Solos por decir algo, porque además de los abuelos estaban las tías, el tío y el primo. Sólo han sido 4 días porque teníamos que trabajar.

Así que, cada mañana, y no muy pronto, pertrechados con las tablas, los cubos y las palas (esto cada vez menos), hemos ido a la playa. Siempre esperando que la bandera estuviera verde, aunque la mayor parte de las veces era amarilla.

Aún me acuerdo cuando también bajábamos con la piscina pequeña, el carro, los biberones, pañales, etc. ¡Qué odisea era aquello! Ahora les toca a otros. ;)


En el agua hemos surcado las olas, cuanto más grandes mejor. El par de dos no le tienen miedo al agua, al contrario que su madre.

Una tarde fuimos de pesca, sin mucho éxito para los niños, aunque el abuelo pescó dos peces que devolvieron al mar.

El príncipe A ha descubierto que le encantan las sardinas asadas y la sepia. Es lo que pasa cuando se tiene mucha hambre y tu comida no llega, que te aventuras a probar cosas nuevas. Después de eso, todas las noches querían ir a un chiringuito a cenar sardinas. Quién lo ha visto y quién lo ve.

También lo hemos pasado genial con los primos y tíos. Los hemos llevado de paseo al faro, montados los 8 en un trasto con pedales de alquiler. Eso sí que fue hacer ejercicio. Y los niños lo pasaron genial.

Hubo una noche en que también se lo pasaron en grande. Cenamos en un chiringuito al lado de la playa, y mientras los adultos seguían en la mesa, las dos parejas se aventuraron a jugar en la arena, muy cerca del agua. Digamos que lo suficientemente cerca para que terminaran los 4 mojados enteros y alguno que otro tuvo que volver a casa en calzoncillos.

En fin, que han sido unas vacaciones playeras más cortas de lo habitual pero aprovechadas al máximo.

lunes, 6 de julio de 2015

El globo que sube y sube

Como el aburrimiento aguza el ingenio, el verano pasado nos inventamos un juego absurdo pero que da mucha risa. Además, no necesitas nada, sólo la imaginación.

El juego consiste en imaginar un globo que va volando y que pasa por encima de una señora con un carrito y un bebé que, no sabemos cómo, se quedan enganchados al globo. A continuación, por turnos, cada uno va diciendo por dónde va pasando el globo y qué cosas se van enganchando a él. Por ejemplo:

-El globo con la señora, el carrito y el bebé,  pasa por encima de un campo de fútbol donde hay futbolistas jugando. Un futbolista da una patada al balón, que se queda enganchado al carrito del bebé. Los futbolistas quieren recuperar su pelota y entonces todo el equipo de fútbol se queda enganchado.

-El globo continúa su vuelo y pasa por encima del patio del recreo del  cole. La profesora quiere ayudar a los futbolistas pero también se queda enganchada. Los alumnos que ven que su profe se va volando, corren a ayudarla y les pasa exactamente lo mismo.

-Ahora el globo va por la calle, donde hay un cartero repartiendo sus cartas. El cartero, con carrito y todo, se queda enganchado al globo, mientras que el carrito se abre y las cartas van cayendo.

-El globo sigue su camino y ahora pasa por la estación de trenes. Pues resulta que el tren, con maquinista y con pasajeros, se queda enganchado al globo.

-El globo también pasa por encima de un pizzería, donde hay varios señores cenando que, irremediablemente, se quedan enganchados al globo.

El globo vuela tanto que incluso puede pasar por la luna, por la estación espacial internacional o por Marte. Vamos, por cualquier sitio que nos podamos imaginar.

Por ahora, el juego ha terminado cuando el adulto del grupo, osea yo, se ha cansado. Si por ellos fuera nos podríamos ir hasta el infinito y más allá.


viernes, 3 de julio de 2015

Rutas por Cabañeros

En octubre de 2012 estuvimos en el parque nacional de Cabañeros. Sólo fueron dos días, pero nos dio tiempo a hacer varias rutas por la zona y a conocer la flora y la fauna autóctonas.

Estuvimos alojados en una cabaña de madera en un árbol. Se trata del complejo Ecolodge, un alojamiento rural compuesto por varias cabañas de distinta capacidad, bastante separadas unas de otras y dentro de un bosque de robles. Está bastante cerca del embalse de la Torre de Abraham y de la carretera, pero no se oye ningún ruido, salvo el de los animales de zona. A nosotros en concreto, nos tocó escuchar el sonido del pájaro carpintero.

Además de las cabañas, la nuestra fue el Águila Imperial, también había una biblioteca, una piscina, zona infantil y zona de relax, aunque allí todo es relax.


La experiencia en la cabaña fue interesante y divertida, sobretodo para los niños. Pero la ubicación también estaba muy bien, bastante cerca de las rutas que hicimos.

Muy interesante fue la visita al centro de visitantes "Casa Palillos", donde además de conocer más cosas sobre la fauna, la flora y la etnografía de la zona, pudimos ver de cerca los ciervos. O al menos intentarlo, porque la verdad es que los prismáticos estaban un poco altos.



Hicimos varias rutas por la zona, y descubrimos que a los niños les encanta llevar el mapa e ir encontrando los puntos de información. Incluso la princesa Zeta se enfadaba cuando su hermano llegaba antes que ella.

Una de las rutas que hicimos fue la "Senda Plaza de los Moros", que es de 3,5 km. y circular. Tiene bastante desnivel, al principio subes y al final bajas, pero la novedad hizo que al principio lo cogiesen con muchas ganas. Al final, el pequeño terminó pidiendo que lo llevásemos en brazos.

Desde el mismo sitio donde se inicia la ruta anterior, también se inicia la "Senda de Castellar de los Bueyes", esta es de 5 km. ida y vuelta. Como había sido demasiado con la primera, la dejamos para otra ocasión.

Muy cerca del alojamiento hicimos la "Senda de la Torre de Abraham", que se inicia en el centro de interpretación del mismo nombre, bastante cómoda para hacer con niños.

Sin duda, la que más nos gustó fue la "Senda del Boquerón del Estena", que discurre por los márgenes del río Estena. Tiene unos 8 km. ida y vuelta y hay que cruzar el río por unas piedras, con la dificultad que esto conlleva cuando se va con niños pequeños. Lo mejor de todo es descubrir los fósiles de hace más de 400 millones de años y que indican que esa zona estaba cubierta por el mar. Sin duda, esta ruta es para repetir.

Por supuesto, nos quedaron por hacer muchas otras rutas por la zona, y esperamos volver para poder disfrutar de la naturaleza y de ese bonito paisaje.

lunes, 29 de junio de 2015

Escribiendo cada día peor

Es un hecho (con hache) que cada día escribo peor. Pero no en la parte esa de poner las comas, los puntos y seguido y los puntos y aparte, que también, sino en la parte de las faltas de ortografía.

Antes te decían que para escribir bien tenías que leer mucho y que cuanto más leyeses mejor terminarías escribiendo. Claro, que antes se referían a leer libros. Ahora, en cambio, se podría decir que cuanto más lees peor escribes. Y me estoy refiriendo a leer noticias que aparecen en las redes sociales y sus respectivos comentarios. Cómo es posible que la gente escriba tan mal.

Vale que cuando escribes con el móvil, el corrector te juega malas pasadas y te cambia unas palabras por otras, pero ¿también te añade o te quita haches? Esto creo que no.

Pues eso, que de tanto leer faltas de ortografía, al final te acabas uniendo a ellos. Y ya hasta dudas de si esta o aquella palabra eran con b o con v y no digamos con el tema de la hache, que, como he leído por ahí, aunque es muda, no es ciega.

Mis errores favoritos con las haches son estos:

- Los que confunden a ver con haber y en lugar de "a ver si llueve y refresca un poco" te colocan "haber si llueve y refresca un poco". Truco: cambiar la expresión por "veamos" y si suena bien es que es separado y evidentemente se trata del verbo ver, no del haber.

- Los que le colocan una hache a la preposición a y en lugar de "voy a salir un momento" te escriben"voy ha salir un momento". La a sólo lleva hache cuando se trata del verbo haber. Truco: antes de un verbo en infinitivo nunca puede ir ha.

- Los que se arman un verdadero lío con hay, ahí, ¡ay!. Como truco, el ejemplo que me enseñaron en la escuela cuando explicaron la diferencia y que me parece buenísimo: "Ahí hay un perro que dice ¡ay!.

- Los que le ponen hache a echar y se la quitan a hacer y te escriben "voy a hechar una carta" o "he echo un bizcocho". Truco: el verbo echar nunca lleva hache al principio y el verbo hacer la lleva siempre.

Con lo bien que se me daba la ortografía en la escuela y para lo que hemos quedado.

viernes, 26 de junio de 2015

Bizcocho de coco

Este bizcocho es muy fácil de hacer, queda muy esponjoso y lo mejor es que está riquísimo.

Ingredientes: 

- 120 gr. de harina.
- 50 gr de coco rallado.
- 1 sobre de levadura.
- una pizca de sal.
- 4 huevos.
- 100 gr. de azúcar.
- 1 yogur de coco.
- 100 gr. de aceite de girasol

Elaboración:

Mezclamos bien todos los ingredientes. Ponemos la mezcla en un molde untado con mantequilla y harina. Horneamos con el horno precalentado a 180 ºC durante 30 minutos.